IES Barañain, música e innovación educativa

EL PROYECTO

La noticia que os traemos alberga tras de sí una historia que nos retrotrae a aquellas películas de superación hollywoodenses donde, en un instituto cualquiera de Estados Unidos, un docente entusiasta consigue motivar y unir a sus alumnos, desanimados y etiquetados, utilizando la música como herramienta didáctica. Podríamos decir, guardando las distancias entre cine y realidad, que este es el caso de Iñaki Amezqueta Pueyo, profesor de música del instituto IES de Barañain, que hace 5 años propuso crear la asignatura de “Proyecto de Música” para los diferentes modelos de primero de bachillerato, y que año tras año, ha conseguido movilizar al alumnado del centro para sacar adelante toda una producción musical con gran éxito y el agrado de todos los involucrados.

Tal es la satisfacción que genera que, una vez superado primero de bachillerato, ya en segundo, los estudiantes suelen querer repetir. Y así, desde que comenzara en el curso de 2015/2016, el proyecto ha ido acogiendo a cada vez más participantes, agrupando ahora alrededor de cien alumnos de cuarto de la ESO, primero de bachillerato y segundo de bachillerato. Un logro que supone hacer malabares con los horarios, pues toca coordinar las diferentes ensayos, que para los de cuarto de la ESO conlleva usar parte de la asignatura de música reglada para preparar sus escenas; los de primero de bachillerato usan su asignatura especial “Proyecto de Música”, como su nombre indica; y los de segundo suelen quedarse en el instituto después de terminar sus clases, fuera del horario escolar, para poder practicar su parte, muestra de una gran dedicación.

En una sociedad que tiende a devaluar la cultura y el arte, y donde el sistema educativo suele priorizar aquello que se pueda medir, calcular y clasificar por números y notas, un proyecto de estas proporciones supone un oasis de crecimiento personal y trabajo en equipo. Son los propios alumnos los que escriben el guión, diseñan las escenas, inventan los diálogos, crean el vestuario, montan la puesta en escena, el atrezzo, presentan, deciden, discuten, interpretan, actúan y hasta se encargan de la comunicación a través de las redes sociales. Trabajan durante el curso, para así llevar el musical a los escenarios al final de este, normalmente en el Auditorio de Barañain. Aunque, hace dos años, tuvieron la oportunidad de representar su obra en la Casa de Cultura de Burlada, por aquel entonces interpretaban la obra “Memorias de Rose”, con fines solidarios además, porque colaboraron con la ONG “Solidarios con Arua”, destinando el precio de cada entrada al proyecto Music Vura en Uganda, lo que añade el factor social y cívico a este cóctel de experiencias y herramientas educativas donde adquieren competencias y capacidades de manera transversal.

Es por ello que no nos sorprende que el Gobierno de Navarra haya reconocido este proyecto tan especial como Proyecto de Innovación Educativa en Navarra por segundo año consecutivo. En la convocatoria de este año no son más de cincuenta las propuestas aprobadas, lo que supone un apoyo institucional, síntoma de un proyecto que va por muy buen camino.

Este año, marcado por una pandemia mundial y la constante amenaza de la enfermedad, no hará que el show se detenga. Están preparando la obra que no pudieron representar el curso pasado dado el confinamiento, y se adaptan a la nueva realidad día a día. Entra en juego otra vez la creatividad, pero esta vez no es para expresar una partitura o para actuar, sino para hacer frente a los nuevos retos que el Covid19 les provoca en cada ensayo, como puede ser encontrar la manera de representar una escena respetando la distancia mínima de seguridad, o como el haber comprado mascarillas especiales con una abertura para que los instrumentistas de viento puedan soplar. Otra medida especial que han tomado es haber instalado paneles separadores que pidieron al departamento de Educación, gracias a los cuales pueden practicar las piezas musicales estando en el mismo aula sin transmitir aerosoles o gotículas a los de su entorno. 

SOBRE LA OBRA

Bajo el título “De Madrid al Cielo”, el argumento del musical de este año es el siguiente: Un famoso y exitoso actor y director, imaginémonos un Pedro Almodóvar, vuelve a Barañain, su pueblo natal, para dar una conferencia sobre sus comienzos en el mundo del espectáculo, lo que nos situará en el Madrid de los años 80. La obra mostrará los primeros pasos, los primeros castings, de esta estrella del cine, y de esta forma nos transportará a la apasionante época de la Movida Madrileña, Michael Jackson, Queen, y grandes musicales como “Los Miserables” en París, entre tantos otros.  En la obra se mezclarán escenas de las vivencias de este berinianense aspirante a director, con música de la época. 

Los alumnos partieron de la idea “Madrid de los 80” y se basaron en las piezas musicales que habían decidido tocar de antemano, para ir construyendo la historia que hará de hilo conductor. Teniendo en cuenta que el IES no cuenta con un bachillerato específico de artes escénicas, tienen que hacer lo máximo en el mínimo tiempo posible, por lo que decidir primero la música y erigir el argumento después significa ahorrar tiempo de la forma más eficaz posible. La música se tocará en directo, por lo que se formarán diferentes grupos instrumentales en función de las escenas, una banda por ejemplo, o un grupo de rock con batería guitarra y bajo eléctricos. El perfil del alumnado que participa en la obra es muy diverso, ya que hay alumnos tanto de la rama de ciencias como de la de letras. El afán por el teatro y el arte es lo que los unifica a todos.

Además no solo participarán los estudiantes, aunque sean el núcleo, ya que el IES Barañain ofrece más recursos artísticos de los que parece, porque hay miembros del profesorado que también aportarán parte de su talento, y no solo los de música, también un profesor de matemáticas, por ejemplo, que tocará el trombón, o una profesora de lengua tocará parte de las partituras para piano. Además, habrá colaboradores ajenos al instituto, músicos que participarán voluntariamente bajo petición de Amezqueta, redondeando la obra.

Es aún pronto para saber con seguridad si a final de curso podrán representarlo en el escenario, o si así lo hacen, si tendrán que hacerlo bajo circunstancias especiales, como por ejemplo actuar a puerta cerrada y grabar el espectáculo, o ofrecerlo en streamming, o reducir el aforo… Lo que es indudable es que los jóvenes artistas trabajarán con empeño y fervor para sacarlo adelante y ofrecer una función que así lo refleje.