«Tratamos de crear un protocolo contra la violencia de género para Barañain»

Elisa Palacios es la nueva Técnica de Igualdad del Ayuntamiento de Barañain - se incorporó en agosto del año pasado- y hemos querido conversar con ella para valorar el trabajo de este año, comprobar los avances del III Plan de Igualdad y preguntarle cómo cree que hay que trabajar el tema de la violencia machista, coincidiendo con el próximo 25 de noviembre.

El III Plan de Igualdad finalizará el año próximo, ¿qué resultados está arrojando y qué obstáculos enfrenta?

El plan empieza en 2011, pero el primer año de implementación siempre suele ser difícil, tiene que haber mucha voluntad política y técnica y creo que con el tema de igualdad esto no está claro. Mucha gente del ayuntamiento no sabe ni que existe un plan de igualdad. Luego me incorporo y ha sido este año cuando se está intentando llevar a cabo partes del plan. El principal obstáculo es el dinero. Se quiso hacer una especie de diagnóstico para ver como están las empresas que el ayuntamiento subcontrata en materia de igualdad, pero para eso se necesita dinero. ¿Qué se hace? Mucha parte de formación que no le corresponde en realidad a la técnica de igualdad, la estoy haciendo yo. Te centras en campañas de sensibilización que son más baratas.

Este año se ha puesto en marcha la Escuela de Empoderamiento, ¿qué tal está resultando esta iniciativa?

Es uno de nuestros proyectos más grandes y desde el principio ha arrancado muy bien, hay apuntadas medio centenar de mujeres. Se realizan sesiones cada 15 días los sábados a la mañana, y se trabajan diversos temas que ellas mismas aportaron el primer día, desde biodanza hasta el tema del duelo, musicoterapia, risoterapia... también hemos intercambiado comida y estancia con una asociación de mujeres árabes en Estella... es un proyecto fenomenal. Es una iniciativa que parte de un programa europeo que otorga una subvención a la Federación Navarra de Mujeres Progresistas y ésta es la que se pone en contacto conmigo para llevar a cabo el proyecto. En principio si el año que viene hay subvención, que parece que sí, la escuela seguirá en funcionamiento.

A pesar de todo el trabajo de sensibilización que se realiza para atajar la violencia machista, hay estudios que muestran que están aumentando los casos de violencia entre los más jóvenes. ¿Cómo es posible?

El tema de la violencia de género es una cuestión fundamental de prevención. La violencia se desencadena porque hay una sociedad desigual donde se discrimina a las mujeres, porque hay un sistema patriarcal, unas creencias que hacen que la mujer esté subordinada y que eso pueda derivar en prácticas violentas. La raíz del problema es educacional y por eso también se está llevando a cabo un programa de coeducación.

¿Cómo se está trabajando con los centros educativos?

Es un problema difícil de abordar porque la violencia está presente en la sociedad, puedes educar en casa y en la escuela - una hora a la semana de coeducación en la escuela, tampoco es mucho- en unos valores pero luego el problema es que no se trata de forma transversal. El profesorado no quiere recibir formación en igualdad, y con las asociaciones de padres y madres ocurre lo mismo; desde el ayuntamiento se está ofreciendo durante años consecutivos y no interesa. Te dicen que están muy liados, pero creo que hay que priorizar este tema, porque además se junta con el acoso escolar, el ciberacoso... la cultura que vivimos es violenta, la televisión misma repite esquemas patriarcales de mujer como objeto sexual.

Hay una tendencia a ver la violencia solo en sus manifestaciones físicas, pero no en otras clases de actitudes: acosos, presiones, etc.

Creo que por un lado está separado el tema de la desigualdad entre hombres y mujeres del de la violencia de género, no se juntan cuando una es continuación de la otra. Sin igualdad no va a dejar de haber violencia de género. Y por otra parte, se sigue estigmatizando el feminismo, hay mucha ignorancia con el feminismo y una gran cantidad de estereotipos.

¿La crisis está revirtiendo los logros conseguidos por el movimiento de mujeres?

Las crisis siempre afectan a los más desfavorecidos. Lo vemos claramente en la Ley de Dependencia. Con los recortes las mujeres, como así ha sido históricamente, nos volvemos a hacer cargo de la crianza y el cuidado. Está habiendo una regresión, también con el tema de la violencia; ahora hay más dependencia económica entre los miembros de la unidad familiar y se dan menos denuncias, que no quiere decir que haya menos violencia.

¿Las medidas de conciliación están dando los resultados esperados?

Los poderes públicos están obligados por ley a poner en marcha políticas públicas de conciliación, pero el problema es cultural. Ahora el varón puede perfectamente combinar el periodo de lactancia con la madre porque no todas dan el pecho, pero no se hace porque se sigue pensando que la crianza nos corresponde a nosotras.  Aquí en Barañain existe el Pacto Local por la Conciliación, aunque está olvidado, por el que una serie de entidades del municipio se unieron para poner en marcha medidas, y vuelvo a lo mismo, hay que presionar a la gente para que se implique.

Hay dos colectivos de mujeres que requieren una atención especial: el de la tercera edad y el de las mujeres inmigrantes. ¿Se está trabajando con ellas?

Se está intentando trabajar. Por ejemplo hace poco hicimos una jornada enfocada al empleo doméstico para mujeres inmigrantes, pero aunque le dimos una gran difusión solo vinieron 5 mujeres. Hay otro enfocado al trabajo de cuidado y éste recibe mejor respuesta ya que también es más conocido, es la sexta edición. Con el Club de Jubilados Entrevientos se ha estado haciendo un cine forum y ha salido muy bien, porque el aforo era todo de mujeres mayores y se trataba de sensibilizar con varios temas, como qué supone la viudedad o el cuidado del marido o la mujer. Se ha realizado a lo largo del año pero ahora está parado porque no me da tiempo a continuarlo.

Desde instancias públicas como el Ayuntamiento, ¿qué más crees que se debe hacer?

Ahora la realidad es tan precaria que lo que se necesitan principalmente son recursos económicos para poner en marcha medidas. Pero también está la transversalidad, que es un trabajo de las técnicas y que trata de trabajar la perspectiva de género con cada área del ayuntamiento. Ese trabajo no cuesta dinero y ahí se está trabajando ahora. Entre diferentes áreas estamos intentando ver si podemos crear un protocolo contra la violencia de género especifico para Barañain y está en el aire crear un registro municipal de víctimas, para tener conciencia de cómo está la situación y hacer un mejor seguimiento.

¿Desde el área se trabaja en colaboración con asociaciones de Barañain?

Trabajamos con otras asociaciones de mujeres. Dimos este año una formación a asociaciones culturales y sorprende que no sepan que les dan puntos en las convocatorias de subvenciones por usar un lenguaje no sexista o por tener un número equilibrado de participación de hombres y mujeres. Intentamos hacer una reunión informativa y vinieron solo tres asociaciones. En general creo que aquí hay que trabajar mucho la participación y la sensibilización.