Llamamiento a construir otro tipo de escuela desde lo local

La charla estaba organizada por la Apyma del colegio Alaitz y en ella participaron Gari Torregrosa, coordinador de Sortzen e Iñaki Andueza, director del centro. Durante la charla Torregrosa explicó la guía presentada el 10 de mayo junto a sindicatos y otros agentes educativos en la que se analiza la LOMCE y se proponen medidas para desobedecerla. Por su parte, Andueza explicó algunos de los cambios que traerá consigo a partir del próximo curso la nueva ley educativa.

En opinión de Torregrosa, hay que ver la educación como algo que va más allá de las escuela, «fuera de ella hay muchos entornos en los que niños y niñas se están educando, por eso es importante acordar bases educativas en todo el pueblo». En este sentido, señaló que la LOMCE apuesta por el liderazgo de la dirección del centro limitando e incluso haciendo desaparecer a las familias, «al convertir el Consejo Escolar en un agente meramente consultivo, y creemos que hay que hacer lo contrario, compartir liderazgos y compromisos».

El coordinador de Sortzen añadió que «La LOMCE es también una oportunidad para empezar a hablar del tipo de escuela que queremos», y abogó por «ir apostando por otro tipo de participación en la escuela, que sea más democrática». «¿Cómo? Habrá que ver en cada sitio como mejorar la participación, de forma local cada escuela lo tendría que ir viendo, ahora mismo el Consejo Escolar tampoco es suficiente», opina Torregrosa.

Currículo escolar

Sobre la aplicación de la nueva ley, Andueza explicó que el próximo curso se aplicará en 1º, 3º y 5º de Primaria y aunque subrayó que no se dispone todavía de la normativa foral del currículo escolar, la ley estatal ya ha repartido las asignaturas en tres tipos: troncales, especificas obligatorias y no obligatorias y asignaturas de libre configuración autonómica, entre las que se incluiría euskera u otra que decida el gobierno.

Andueza expuso los cambios que supone en la práctica: la asignatura de conocimiento del medio, "Ingurune" se reparte en dos asignaturas, ciencias sociales y ciencias naturales. Por otro lado, euskera, de libre configuración autonómica, mantendrá las mismas sesiones que en la actualidad, «no hay que confundir modelo lingüístico y currículo escolar», pero «podrían haberlo puesto como asignatura troncal y no se ha hecho», rebajándola de categoría, en opinión del director del centro y poniéndola a merced del gobierno.

Asimismo, señaló que los centros de modelo D tienen un acuerdo con el Gobierno de Navarra por el que comenzaban a impartir castellano en 3º de Primaria para garantizar la inmersión lingüística en euskera «pero la LOMCE dice que debe impartirse en todas las etapas educativas, incluida en infantil». Finalmente, en lo que concierne a asignaturas, desaparece Educación para la Ciudadanía, se crea una asignatura alternativa a Religión que es Valores Sociales y Cívicos; en Navarra se mantiene la asignatura de Música que desaparece en otras comunidades; y a partir de 4º podrá ofertarse una segunda lengua extranjera o plástica.

Organización

Más allá de estos cambios en el currículo, la LOMCE hace desaparecer los ciclos educativos con los que se trabajaba actualmente y que permitían seguir la evolución del alumno o alumna durante dos cursos a cargo del mismo tutor o tutora. Ahora la evaluación será curso a curso, «no sabemos aún cómo haremos» y en 1º y 3º se realizará una prueba diagnóstica «que sería de evaluación interna» y en 6º otra prueba «que la decidirá el Gobierno de España».

«No estamos en contra de las pruebas internas que se realizan para medir o detectar algún problema, a pesar de que creo que en esas pruebas no se mide el esfuerzo, ni el trabajo cooperativo, solo se mide al individuo y su resultado académico. Sin embargo, el peligro es que esos resultados se hagan públicos y se usen para crear ranking de centros, como se hace en alguna comunidad», apunta Andueza.

Especialización

Opina que existe el peligro de «encaminar al alumnado para un tipo de enseñanza o de especialización» y más aún cuando, a su juicio, están convirtiendo la enseñanza en «una carrera de obstáculos». «En 4º de la ESO si no la aprueban no pueden seguir estudiando, en 2º de Bachiller si no pasan la prueba no tendrán el título de Bachiller y luego cada universidad pondrá sus pruebas si se quiere acceder a ella. Parece que lo que interesa es la excelencia de un número de alumnos, 5, 10 y formar dos tipos de ciudadanos: por un lado mano de obra barata y por otro gente muy cualificada», critica Andueza.

A estos aspectos hay que añadir que «a la dirección se le da mucho poder, hasta de contratación», añade Andueza. «La LOE también daba muchos poderes a la dirección, aunque no se llevaban a la práctica; con la LOMCE se impulsa una dirección muy profesionalizada», critica el actual director del centro. Hasta ahora el Consejo Escolar al menos podía aprobar la programación general del curso, tener participación en gran parte de las decisiones que se tomaban y con la LOMCE será un órgano consultivo; lo que unido a que «el claustro ha perdido muchas competencias», va en opinión de Andueza, «en contra de los criterios democráticos».

Cambiar la forma de concebir la educación

«Lo que se ha perdido desde la LOGSE y con las sucesivas leyes ha sido muchísimo; no hay que fijarse tanto en lo que se pierde con respecto a la LOE porque con ella también se perdió mucho y también desde los 80 ha bajado mucho la participación de las familias», señaló Torregrosa. «Es una oportunidad para cambiar toda la educación», remarcó.

Preguntado por cómo desobedecer a esta ley, Torregrosa recordó que en la guía se apuntan algunas opciones. El próximo curso, por ejemplo, en educación primaria se deben realizar las pruebas diagnosticas de 3º, «si una familia o dos se niegan a hacerlas cuando los hijos o hijas vuelvan a clase, las harán, pero si el 80% de las familias se niegan sería el problema del centro. Si además de un centro son muchos centros, se puede conseguir algo», opina Torregrosa. Afirma que las pruebas no tienen repercusión en el expediente académico del alumno o alumna; también la dirección del centro podría declararse insumisa a la LOMCE, aunque siempre existe el peligro de que se cambie a la dirección que les resulte incomoda.

Finalmente, animó a las familias a implicarse, «lo ideal sería que se creen comisiones a nivel local, en algunos sitios hay comisiones contra la LOMCE, en otros son de calidad educativa».