Barañain: la configuración de un pueblo vista a través de sus elecciones

GARI LÓPEZ ALBIZU | Hacer un recorrido histórico de las elecciones municipales en Barañain y encontrar un hilo conductor, una continuidad que ayude a explicar es complicado. No basta con el habitual eje izquierda-derecha -en eso es un pueblo muy navarro- el eje identitario es ineludible. A ello, además, hay que sumar fenómenos de índole exclusivamente local. Con todo, entre partidos de ámbitos estatal y vasco, regionalismos navarros, candidaturas independientes y coaliciones varias, en las siete legislaturas que han transcurrido desde que Barañain se constituyera como municipio independiente han tenido representación hasta 21 fuerzas políticas distintas.

Esto hace muy difícil agrupar a las formaciones de manera totalmente coherente a su ideología, sobre todo en lo que respecta a las izquierdas, muy fragmentadas y con un amplio abanico de alianzas -en el caso de Batzarre, los pactos han ido desde la Izquierda Abertzale hasta IU, pasando por el PNV-. Lo que sí podemos hacer es intentar identificar las principales referencias de los espacios políticos-ideológicos en cada momento, aun cuando los bloques que puedan salir de ahí se solapen entre sí.

La derecha ha mantenido unos niveles cercanos al 30% en los primeros años y a partir de 2003 ha subido al 40%, paralelo al declive del centro-derecha representado por CDN y parte del CIB. El PSN ha estado -en porcentaje de votos- cerca de la derecha, siendo la fuerza mas votada durante las primeras dos legislaturas, hasta que en 2003 comienza un descenso que dura hasta la actualidad. Esta bajada coincide, primero, con la subida de IU en 2003 y, después, con la irrupción de NaBai en 2007, de la que sólo lo salva la desaparición del CIB, ya que gracias a ella consigue recuperar una parte de los votos perdidos en la anterior legislatura. En cuanto al independentismo de izquierdas, representado fundamentalmente por HB y sus posteriores escisiones, mantiene unas cotas del 10-15% hasta 2003, con la excepción del pico del 19% de 1999, cuando Batzarre estaba en EH. El crecimiento del número de votos de 2003 pilla a este sector fragmentado y parte de él ilegalizado, por lo que no habrá un bloque único nítidamente de izquierdas e independentista hasta 2011, con la aparición de Bildu.

Crecimiento demográfico (1987-2003)

Si algo se puede destacar del Barañain de 1987 recientemente emancipado, es su necesidad de hacer frente a una contradicción evidente: la de un pueblo con todo por hacer pero con claras expectativas de convertirse en ciudad. Muestra de ello es una derecha sin un referente claro, dividida entre el CDS y la Agrupación Independiente Pro Barañain y con una UPN todavía ausente. En cambio, el PSN parte desde el comienzo siendo la referencia de su espacio electoral de manera incuestionable, por lo que ganará las elecciones de ese año y las de 1991. El convulso mandato del socialista Gregorio Clavero, marcado por escándalos de corrupción y que contará con la oposición frontal de AIPB en 1987 y de UPN en 1991, se salda con una escisión, el CIB, y con la pérdida de 739 votos en las elecciones de 1995. IU, cuyo espacio había sido ocupado en gran medida por Batzarre/CU y EE, se ve impulsada en 1995 por la desaparición de esta última, la sangría de votos del PSN y la subida de la participación -en más de 2.000 votos-, de la que también se benefician UPN, el CIB y el recién nacido CDN. Mientras, se irán configurando tres espacios en la izquierda nacionalista-vasquista representados por EA y Batzarre y con HB a la cabeza, que tiene un suelo de unos 668 votos, suma obtenida por la coalición independentista en 1991.

Así pues, en 1995 quedará un ayuntamiento gobernado por la UPN-PP de Juan Felipe Calderón, con dos nuevas fuerzas -CDN y CIB-, un PSN muy mermado y una IU fortalecida como tercera fuerza. La controversia en el seno de UPN con el centro comercial -que la dirección de UPN quería poner en Pamplona y no en Barañain, como pedía el partido en la localidad- acaba con un asunto no menos polémico: el error de UPN al presentar su candidatura a las elecciones de 1999, que muchos achacarán a esas tensiones internas. Como resultado de ello, UPN se verá obligado a negociar con CIB su apoyo a esta candidatura, dada su imposibilidad para presentarse a esas elecciones, lo que catapultará a CIB al primer puesto. Mientras, PSN recuperará de IU, CIB y la abstención el apoyo que tenía en 1991. Por su parte, HB y Batzarre unirán fuerzas, consiguiendo unos resultados insólitos para este sector hasta el momento -1.658 votos-.

Este período está totalmente marcado por el crecimiento demográfico de Barañain, cuyo censo pasa de los 8.789 de 1987 a los 16.134 de 2003. Esto supone la incorporación tardía de un buen número de votantes y una media del 40% en la abstención, frente al 30% del resto de Navarra. Los principales beneficiarios de esta subida son los partidos de ámbito estatal como IU en 1995 y PSN en 1999 pero, sobre todo, la derecha, que tanto en 1995 -UPN- como en 1999 -el CIB gracias al mencionado error de UPN- consiguen la alcaldía con el apoyo del CDN. El sector independentista también incrementará sus votos gracias a la unión con Batzarre, pero sus expectativas de convertirse en alternativa se verán cortadas por la ilegalización de HB y EH.

La navarrización de Barañain

Tres hechos marcarán las tres últimas legislaturas que acercarán más a Barañain a las cotas de la política navarra. En primer lugar, la disminución de la abstención a niveles parejos a los del resto de la comunidad, en torno a un 30%. Este hecho consolida a UPN en la primera posición, que además sabrá capitalizar la mayoría de los votos conseguidos por el CIB en 1999. En relación a ello, el segundo elemento a destacar en ese proceso de “navarrización” de la política municipal es la desaparición en 2007 de la única candidatura independiente, el CIB, que ayudará, por un lado, al PSN a situarse en una mejor posición frente a la irrupción de NaBai, y sobre todo, a UPN, que en 2007 obtendrá 4.175 votos. La desaparición del CDN contribuirá también a este crecimiento. El tercer elemento a tener en cuenta es la ilegalización de la Izquierda Abertzale, que dejará el espacio anteriormente ocupado por EH muy fragmentado, con Aralar, Batzarre y alrededor de 500 votos nulos en 2003.

La consecuencia de aquello es un ayuntamiento igualmente fragmentado. Pese a la clara victoria de UPN-PP con 3.080 votos y los buenos resultados del CIB, será el PSN, con Josu Senosiáin a la cabeza, quien suscite los apoyos suficientes para gobernar en minoría. La izquierda independentista, que salvo la época de EH no había conseguido conformar una verdadera alternativa electoral, deja claro su peso político en el pueblo, ya que pese a haber quedado fuera de las instituciones es capaz de hacerse visible a través de la acción del movimiento juvenil, en el que tiene una notable presencia. Esto y la propia fragmentación del ayuntamiento hacen del de Senosiáin un gobierno frágil, que se salva por los pelos de una moción de censura. En 2007 NaBai irrumpe con fuerza -2.825 votos- desbancando al PSN de su histórica segunda posición y dejando a IU muy por debajo de la cota de 1.000 votos que había mantenido desde 1995. A pesar de haber incrementado el número de votos, el PSN se ve obligado por la ejecutiva navarra a apoyar a NaBai, acuerdo que se da en otros municipios de gran importancia en los que se da esa posibilidad. La retirada de apoyos por parte del PSN un año después al gobierno presidido por Floren Luqui supondrá la debacle que todavía sufren los socialistas. Los posteriores años de gobierno de UPN estarán marcados por una fuerte contestación social.

En definitiva, a partir de 2007 Barañain tiene un ayuntamiento cuya composición es fácilmente extrapolable a la del Parlamento de Navarra. Con la vuelta a las instituciones del sector ilegalizado y con la creación de Bildu habrá una redefinición de ese espacio en dos bloques -Bildu y NaBai 2011- de peso similar. El PSN sufrirá una pérdida de 500 votos y se dará una notable fragmentación en la derecha, con la separación entre UPN y PP. Los acontecimientos recientes apuntan a que esa caída tanto de UPN y PSN seguirá, así como la aparición de Podemos, fenómenos que posiblemente dependerán de lo que pase en el resto de Navarra, con la misma incógnita: posibilidad de configuración de un bloque del cambio o continuidad de la alternancia histórica.