2020-02-18
Sociedad - Gizartea

Como hacemos frente al despilfarro alimentario?

El pasado miércoles, 12 de febrero, tuvo lugar la charla organizada por la Escuela Social de Barañain dirigida por Iñigo Arozarena.

ESB

Hace la introducción, por parte de la Escuela Social, Iñaki de Esteban en lazando con el tema del mes pasado sobre cambio climático. Presenta al ponente de hoy que es Iñigo Arozarena Martinicorena, miembro de Departamento de Agronomía, Biotecnología y Alimentación de la UPNA y administrador del Blog Alimentos sin desperdicio.

Comienza afirmando que es un tema más complejo de lo que parece y se refiere a unos datos muchas veces repetidos sobre la afirmación de que un tercio de la producción mundial de alimentos acaba en la basura mientras 800 millones de personas siguen pasando hambre en el mundo. Estos datos provienen de un estudio de la FAO de 2011, donde se afirmaba que 1300 millones de toneladas de alimentos van a la basura, lo que según ese estudio suponía el 8% del toral de emisiones de gases efecto invernadero, un 24% del agua usada en producción agrícola, un 28% de la superficie dedicada a producción agrícola y con un valor aproximado e 750.000 dólares.

Son estas cifras las que se han repetido en muchos sitios. Sin embargo, hasta la propia FAO quiere hacer ahora un nuevo estudio después de aclarar qué son pérdidas, qué son desperdicios… Si analizamos la cadena alimentaria o de suministro de alimentos, vemos las distintas etapas de que consta: Producción primaria (Agricultura, Ganadería, Acuicultura y Pesca), Poscosecha (Sacrificio, secado, molienda, almacenamiento), Procesado (Transformación, conservación, envasado), Distribución (mayorista y minorista) y Consumo (Hogares y servicios de comida). En cada etapa hay algunas ineficiencias y se producen materiales orgánicos, algunos comestibles y otros no. A todos estos materiales se les puede llamar Pérdidas y desperdicios (PDA), Subproductos y Residuos alimentarios. Todos estos materiales salen dela cadena alimentaria y tienen diferentes destinos cono se ve en la ilustración:

Hasta hace unos meses la FAO (siguiendo el estudio de 2011) consideraba todos los materiales como pérdidas y desperdicios, aunque luego fueran útiles para algo. Todo incluía ese tercio de la producción mundial a la que se refería. Sin embargo, ahora la FAO distingue entre pérdidas y desperdicios de alimentos. Sólo considera lo comestible, eliminando lo que resulta útil. Con estas ideas, los números salen distintos.

Este cambio se contempla en los Objetivos de Desarrollo sostenible de la ONU. La meta 12.3 dice: De aquí a 2030, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y en los consumidores y reducir la pérdida de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha. Y los índice de medida son el IDA (índice de desperdicio de alimentos) y el IPA (Índice de pérdida de alimentos)

La meta 12.3 de Objetivos de Desarrollo sostenible se trasladó a la UE, aunque aquí se refiere a residuos alimentarios, puesto que no hay en la UE concepto de pérdida y de desperdicio, con lo que aquí se contempla también lo no comestible como residuos.

DATOS

1.- Estudio de la FAO. Se presentan datos comparativos de las distintas partes del mundo, donde se observa que en datos totales son mayores las pérdidas y desperdicios (PDA) en Asia, debido al mayor número de habitantes, porque cuando los datos hacen referencia a kg per cápita, los países ricos son claramente los de mayor PDA. Además cuando los datos se reparten por la cadena alimentaria se observa que en los países ricos las mayores pérdidas se producen en el consumo, frente a los países de menos desarrollo donde la pérdida en el consumo en mínima, siendo mucho mayor en producción, poscosecha y distribución.

En cuanto al porcentaje de PDA según el tipo de alimentos se observa que es mayor en frutas y hortalizas por un lado y en raíces y tubérculos por otro, siendo menor en carne, legumbre o lácteos.

Si se analiza el impacto ambiental de los distintos tipos de productos, los que mayor impacto producen son los cereales y las carnes y productos de origen animal.

2.- En la Unión Europea. Hay distintos estudios con resultados diferentes debido a la distinta metodología o conceptos de partida. Los kg per cápita cambian según los estudios de 100 a 290, y las toneladas totales de 51 a 140. El resultado claro en todos es que la mayor pérdida se produce en el consumo.

En cuanto a los datos de España, pasa lo mismo, en tres estudios se va desde 134 a 375 Kg per cápita, con una diferencia del 180% en toneladas totales.

En el desperdicio en los hogares, la variación según el estudio de que se trate llega al 330%, pudiendo ser de 0,4 kg en un estudio o de 1,7 kg en el de mayor desperdicio.

Estos desperdicios, según un estudio del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), son del 84% en productos sin utilizar y el 16% en productos cocinados. De los productos no cocinados, la mayoría son frutas (32%), verduras y hortalizas frescas (13%), leche y lácteos (12%), carnes y derivados (7%) y pan fresco (5%)

POR QUÉ SE PRODUCEN DESPERDICIOS

Hay unas causas directas o inmediatas como deterioro, calidad por debajo de lo deseado, apariencia no aceptada, falta de comprador por que el alimento no accede al mercado o falta de consumidor porque no se compra o no se consume. Aunque hay una serie de factores subyacentes detrás de estas causas:

Si se ven causas en la fase de producción debemos distinguir entre países de bajos ingresos y países de altos ingresos. En los países de bajos ingresos las causas de desperdicio en la fase de producción son principalmente la climatología adversa y las plagas, la enfermedad y muerte del ganado, las prácticas de recolección, manipulación y transporte inadecuadas, la mala o inexistente conservación, ausencia o medios inapropiados de transporte, por no cosechar debido a la competencia de productos importados a bajo precio (dumping), problemas en la exportación por no cumplir estándares.

En los países de altos ingresos, las causas principales son la climatología adversa, la mayor producción de la prevista para vender, la no comercialización del producto por un precio de origen demasiado bajo a causa de una mayor oferta que demanda, un reparto desigual de los márgenes en las distintas partes de la cadena o por la venta a pérdidas por parte de la distribución, la no comercialización del producto por no cumplir estándares de calidad estéticos.

En lo referente a las causas en el consumo, podíamos citar los hábitos de compra, no planificar la compra y los menús, comprar más de lo necesario o menos a menudo, comprando mucho de una vez, los hábitos de almacenamiento, almacenando durante mucho tiempo o en condiciones inapropiadas, confundir los conceptos de fecha de caducidad y de consumo preferente, los hábitos de preparación y consumo, cocinando más de lo necesario y tirando las sobras por no saber o no procurar reutilizarlas.

Una análisis de los factores subyacentes a estas causas del desperdicio en la fase consumo se presenta en la figura siguiente:

MEDIDAS CONTRA LA PÉRDIDA Y EL DESPERDICIO

Al intervenir muchos agentes es difícil concretar lo que pueden hacer. Las ideas centrales son las clásicas de reducir, reutilizar y reciclar por lo que la UE ha elaborado una pirámide invertida con la forma en que debe intervenirse demás apropiada a menos. En la parte superior estaría la Prevención de los residuos, por medio de la reducción y la reutilización, lo siguiente sería la preparación para la reutilización, a continuación el reciclado, y ya en la parte mas negativa la valorización energética y la eliminación. Concretado en alimentos quedaría una pirámide como la siguiente:

En cuanto a la distribución y venta cuestiones como revisar las especificaciones, promocionar la venta de frutas y hortalizas “feas”, descuentos en productos cerca de la fecha límite de consumo, posibilitar la compra de porciones pequeñas o unidades, no realizar ofertas que favorezcan el desperdicio (3×2), educar a los consumidores en una mejor gestión de los alimentos o la donación de productos a comedores sociales, bancos de alimentos…

En los restaurantes, involucrar al personal en la reducción del desperdicio de alimentos, medir los alimentos para detectar los que mas desperdicio producen, revisar prácticas de inventario, compra y elección de menús, reconsiderar si las raciones son excesivas, ofrecer a los clientes la posibilidad de llevarse las sobras, asociarse a apps antidesperdicio, donar alimentos que sobrar (aunque esto tiene problemas legales por asuntos de sanidad)

IDEAS FINALES

  • El modelo alimentario dominante (agroindustrial) conduce a la generación de excedentes que se traducen en pérdida y desperdicio de alimentos.
  • Necesitamos mejores datos porque hay muchas dudas de la magnitud del problema.

      Desde la FAO y la UE se aborda:

  • Considerando que es un problema de eficiencia de la cadena alimentaria.
  • Reduciendo pérdidas a través de soluciones tecnológicas, mejora de la gestión y hablando de seguridad alimentaria.
  • Reduciendo el desperdicio a través de responsabilizar sobre todo al consumidor.
  • Alentando medidas que favorezcan la donación de alimentos para su distribución.
  • Orientando la intervención pública no a la regulación sino a la creación de marcos generales con acuerdos voluntarios.
  • Apenas se pone en cuestión el modelo agro-alimentario.

Hay otras alternativas con una visión diferente que ofrecen alternativas de producción, comercio, venta y consumo más justas, sostenibles y responsables. Manejan conceptos como soberanía alimentaria, economía social y solidaria, comercio justo, productos de temporada, productos de cercanía o canales cortos de comercialización.

Diseño y desarrollo Tantatic