Cambios profundos en el mundo del trabajo
Charla del mes de enero encuadrada en el curso 2017/2018 de la Escuela Social de Barañáin. Hace la presentación del tema y de la ponente Manolo Burguete por parte de la Escuela Social. Se trata de Begoña Pérez Eransus, Licenciada en Sociología, Profesora Titular de política social del Departamento de Trabajo Social de la UPNA.
ESCUELA SOCIAL | Anuncia la ponente que va a estructurar el tema en tres partes, la primera de introducción en la que se abordará el fin del empleo, la precariedad y el paro que caracteriza la sociedad actual, con sus causas.
En segundo lugar, se ocupará de las posibles propuestas de solución que desde distintos ámbitos ideológicos se proponen. Por último, verá lo que se está haciendo en otros países, que o siempre es lo mismo que se hace aquí, como solución universal al “problema”.
I.- Situación de precariedad y desempleo
Desde 2008 se ha producido un gran aumento del desempleo, aunque ahora parece que se está recuperando con la creación de nuevos empleos. Sin embargo, no disminuye el paro con la misma velocidad con la que aumentó. Y además, el aumento del paro no se debió solo a la crisis. Esa tendencia de disminución en el empleo venía de antes como consecuencia del mercado global y de la mecanización y tecnificación del trabajo.
El mercado global ha propiciado la deslocalización de las empresas en busca de mano de obra barata. La mecanización tiene como consecuencia que aumenta la producción con menos mano de obra.
Por ello, se produjeron bolsas de paro en la industria, agricultura y construcción ya desde los años 80. Aunque es verdad que en 2008 se produce una gran aceleración, es una tendencia estructural, se puede prescindir de esa fuerza del trabajo. Lo primero que se destruye es el empleo joven, el que había empezado a trabajar hacía menos tiempo.
Las causas estructurales de esa pérdida de empleos son la economía global y la tecnología y mecanización, como hemos comentado antes, y además la economía financiera, que no invierte en economía productiva, lo que hace que no se invierta en economía real.
En esta situación el empleo que se crea es de servicios (en Navarra, casi el 70% del empleo es de servicios, siendo el industrial de menos del 20%, la construcción menos del 10% y la agricultura menos del 5%).
Características del empleo actual
Ese empleo que se crea actualmente, sobre todo en el sector de servicios es mucho más polarizado que anteriormente. En un polo se encuentran unos servicios muy cualificados (asesoría, tecnologías, brokers, marketing…) muy bien pagados, pero escasos y por tanto muy reñidos, lo que hace que se necesiten muchos requisitos (masteres, idiomas, experiencia, prácticas…) no valiendo con la carrera universitaria.
En el otro polo, se encuentran los servicios a las personas, empleos poco cualificados y poco retribuidos (limpieza, centros comerciales, burgers, pizzerías…). Son empleos muy precarios (el 43% de los contratos son de menos de 7 días. No son empleos dignos. Esto lleva a una nueva forma de trabajadores, los trabajadores pobres. El 42% de las personas que se encuentran en situación de pobreza (unas 90.000 en Navarra) tienen trabajo. La gente si puede trabajar, pero no le vale para vivir dignamente.
Por ello, hay que superar la idea de separar el trabajador del parado porque ahora hay mucha necesidad de ayudar a los que trabajan. En nuestro país, a este problema del trabajo precario (poco retribuido y de corta duración) se añade el problema de la vivienda, tanto de alquiler como de venta. Los precios de ambas situaciones son mucho más altos que en el resto de Europa- En otros países también se ha producido bajada de salarios pero tienen una vivienda más accesible. Podemos superar la precariedad laboral si empezamos a superar el problema de la vivienda.
II.- Soluciones
Desde una concepción liberal, dando una solución dentro del propio capitalismo, se propone que si conseguimos crecimiento económico se generarán puestos de trabajo, por lo que las propuestas son de bajar salarios y aumentar la precarización para facilitar que los empresarios creen empleos. Esto ya se está demostrando que no funciona porque la deslocalización y la mecanización siguen marcando el paso. Por ello, la regulación laboral no incide en la creación de puestos de trabajo. La propuesta de apoyar a las empresas para crear empleo no funciona.
Una segunda manera de abordar la solución es con una idea de inversión social, invertir en la sociedad para que se adapte a ese nuevo empleo. Formación y reciclaje para aumentar la cualificación. Sin embargo está dentro del mismo objetivo que en el anterior paradigma y dada la escasez de empleos tampoco resulta muy útil.
Los paradigmas alternativos proponen que nos situemos en una fase de fin del empleo. Vamos a una sociedad sin el tipo de empleo asalariado con protección y estabilidad que había antes. Por tanto el empleo debe dejar de ser el centro de nuestro modo de vida, de desarrollo personal y de reparto de la riqueza. Porque aunque no haya empleo, sigue habiendo riqueza. Ante esto, podemos tomar diferentes alternativas:
– Repartir el poco empleo. Con jornadas de menos horas con salarios que compensen. En nuestro país eso es casi inviable porque los sueldos son muy bajos. Esta propuesta implica un modelo social para aprovechar el tiempo en otras cosas (cuidados, trabajos domésticos, voluntariado…) y por supuesto gastando menos y consumiendo menos.
– Renta social básica. desligar los ingresos del empleo. No hay trabajo pero hay riqueza. El dinero para esa renta básica podría salir del aumento de los impuestos pagando más quien más tiene, o también se podría aplicar impuestos a las transacciones internacionales (sólo con el 0,01% daría para eso). Otra posible fuente de ingresos podrían ser los bienes comunes, cobrando al capital por usar esos bienes comunes: ríos, mares, agua, aire, espacio aéreo…
Hay mucho trabajo que no está retribuido y que es necesario: trabajo doméstico, cuidados, voluntariado. Es necesario un cambio ideológico, no hay trabajo para todos, por tanto algo tiene que cambiar.
III.- Otros países
Hay países que han apostado por aumentar la cualificación no solo para las empresas sino también para los servicios de atención. Sólo con regular estos servicios ( como en Francia) se han creado puestos de trabajo y ha mejorado la calidad de los mismos.
Si además de regular creamos servicios de salud, educación y dependencia, se creará trabajo y mejorará la economía.