2017-10-26
Sociedad - Gizartea

Algunos apuntes sobre Ética Política

El pasado 18 de octubre se celebró la primera charla del curso en la Escuela Social. Con el Ponente Guillermo Múgica, Teólogo, analizaron algunos apuntes sobre la ética política de hoy en día.

Foto: Escuela Social.

ESCUELA SOCIAL | Primera charla del curso 2017-2018 de la Escuela Social de Barañáin. Hace la presentación, tanto del curso como de la primera ponencia, Pedro Aranguren. En esta ocasión abre el curso Guillermo Múgica, teólogo, promotor del Foro Gogoa y habitual colaborador de la Escuela Social. Como advierte el título se trata sobre algunas ideas en torno a la Ética Política.

Múgica anuncia que va a abordar tres aspectos, en primer lugar, un rápido recordatorio de algunas nociones básicas, en segundo lugar abordará dos preguntas importantes acerca de la ética política y por último diez principios prácticos.

Nociones básicas.

La Ética Política es el sistema de valores, fines y pautas normativas que regulan la actividad política. Introdujo aquí un paréntesis para abordar dos cuestiones. Por un lado, que la Ética es una dimensión del ser humano, el ser humano es un ser ético (al igual que lo es social o político), por eso pensar en política sin considerar la ética no va con la idea del ser humano.

Hace referencia Guillermo a que en esta charla va a usar indiferentemente ética y moral, a pesar de la idea de algunos de reservar ética para el conjunto de valores animados por el proyecto (utopía) mientras moral sería lo existente no lo alcanzable, que sería la ética.

Una segunda cuestión, abordada en este paréntesis es la idea de que la Ética es cosmovisionada, es decir, depende de la concepción que tengamos del mundo. La concreción de la comprensión que tenemos del ser humano y del mundo dará lugar a la normativa y a la ética. Toda ética es contextual. Toda Ética es histórica y cultural, es un proceso. Eso se ve en el desarrollo de los Derechos Humanos a través de distintas generaciones de los mismos.

Volvemos a las nociones de Ética Política tal y como se había definido al principio pero teniendo en cuenta que hay dos maneras de entender la praxis política que van a tener su incidencia en distintas comprensiones de la Ética Política y distintas prácticas de la ética política.

Se puede entender la Política como el arte de organizar la vida en sociedad de las personas para el bien de cada persona, de todas las personas, de la persona en su integridad. Busca el bien común, concierne a todos. También busca crear cultura de unión en la búsqueda del bien común. Busca esa convivencia mejor posible con unos mínimos comunes asumidos por todos en una sociedad plural secular y laica, que sea racional. Sería el máximo posible de mínimos comunes.

Pero la Política se puede entender también como la lucha por el poder, por el gobierno y su ejercicio. Así entendida tiene la capacidad de impulsar algo en los demás. Pero esto puede darse a través de la fuerza o la violencia. Pretende, también ser eficaz. La eficacia es objetivo del gobierno, y entonces llegamos al problema de compaginar medios con fines.

Para terminar este primer apartado, considerar que una Ética Política no puede olvidarse la asimetría social y las consecuencias que tiene: autoritarismo, imposición, dominación. Y lo mismo con las relaciones fuerza-poder. El uso de la fuerza implica debilidad en el poder.

Dos preguntas importantes acerca de la Ética Política.

La Ética y la Política pretenden lo mismo, deben ir de la mano. Sin embargo la puesta en práctica de la Política a veces puede llevar a elegir entre algunos valores, limitarlos o incluso negarlos. Por eso tiene sentido hacerse esa pregunta.

Haciendo un breve recorrido histórico se ve que los griegos, los clásicos consideraban la Ética y la Política lo mismo. Política era Ética en acto concreto. Esta unidad se mantuvo hasta el medievo, aunque considerando la teologización de las dos, de la Ética y de la Política, los políticos quedaban subordinados al poder religioso.

Con la llegada de la era moderna da comienzo la separación de la Ética y la Política. El Príncipe de Maquiavelo tiene un papel central. La Política tiene sus leyes propias, dejando la Ética como algo propio de la vida privada. De ahí se llega a que el fin justifica los medios. La modernidad con esta separación lleva la Ética a la buena disposición del sujeto (al buenismo).

Pero la gran ruptura llega con la postmodernidad propia del neoliberalismo. Todo queda envuelto en una dinámica económica, no hay sujeto humano ni responsabilidad. La Ética es para ellos una rémora, debe imponerse el pragmatismo. La Política no va a someterse a decisiones morales. El beneficio de unos pocos se impone a la mayoría. El mercado sobre la vida humana. Es el antihumanismo postmoderno. Total ruptura entre Ética y Política.

Diez principios prácticos.

De los diez que iba a abordar (de realidad, de valor y dignidad, de equidad, democrático, de relación, de servicialidad, de universalidad, de receptividad, de responsabilidad y de transparencia) solo se refirió a dos por motivos de tiempo.

Principio de Realidad

La Política debe fijarse en la realidad, la Ética Política debe ser honesta con la realidad, aunque ésta es muy poliédrica y nosotros tenemos un punto de vista parcial. Por eso construimos la realidad. Además es histórica y situada con sus circunstancias limitadoras o potenciadoras. Debe tener un compromiso transformador de la realidad.

Principio de Equidad.

Propone la igualdad. Pero la política se puede ver de dos formas:

Partiendo de la idea del mérito/demérito de la persona destinataria, se acentúa la vertiente vindicativa o punitiva, se ajusta a la reciprocidad.

O desde el ángulo del humanismo, lo justo no debe depender del mérito/demérito, va a depender de cuan humanos queramos ser con las personas. El ser más humano implica mayor generosidad.

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