Gutuna - Cartas

2016-12-15

Recuerdo cuando conocí a Juana Mª Santesteban, Txana.

Grupo de vecinos y vecinas de Barañain
Barañaingo Euskalgintza

En 1975, siendo el concejo de Barañain todavía un “barrio dormitorio”, un grupo de vecinas y vecinos decidimos apostar por el Euskera, para ellos y también para sus hijos e hijas. Se repartieron unas encuestas a todo el vecindario, que se recogieron puerta a puerta. La pregunta era sencilla, algo así como: ¿Os interesaría para vuestros hijos e hijas una Ikastola en Barañain?, ¿Y para vosotros y vosotras clases de Euskera?

Para alegría de todas aquellas personas fueron numerosas familias las que dieron el sí. Entre ellas Txana. Se apuntó a aprender euskera, apunto a sus hijos y también se apunto a trabajar para conseguirlo y así ha trabajado hasta hoy...

Años 76-77 Lo primero que pudimos poner en marcha fueron las clases de Euskera para personas Adultas, ella, entre las primeras. Puso tal interés que al año siguiente nos sorprendió dando clases y ya no paro... conoció en primera persona todos los avatares año tras año del Euskaltegi.

Años 77-78 Se inicia el otro proyecto, la Ikastola. Para entonces Txana ya está incorporada en el grupo como la que más, reuniones de noche -después de acostar a los y las hijas- Con el Concejo, asociación de padres y madres y el movimiento de ikastolas. Se consiguió poner en marcha pero no tardaron en empezar los problemas; falta de profesorado, locales. Fueron años duros y Txana estuvo al frente. Al terminar las clases de euskera, un rato de txistu. Son de esa época también sus primeras clases de Txistu, participando después en el grupo de Txistularis. Y entre tanto la primera Semana Cultural, los primeros Olentzeros, los primeros Carnavales con Miel-Otxin incluido, la Korrika, las Jaias en la Ikastola, Euskal kantak… Dejó su trabajo en Iruñea para volver a Barañain, participando en el Jantoki de la Ikastola y en sus clases de Yoga etre otras cosas.

Diez años de enfermedad habían hecho mella, perdió a su compañero pero estaban sus hijos, sus nietos y ella intentaba sonreír.

Estos días estaba empeñada en sacar adelante el grupo de Lectura en Euskera propuesto desde la Biblioteca, después de varios intentos “esta vez no puede fracasar”, nos decía. Cansada, agotada pero dando ánimos a las demás, acudió contenta al primer encuentro... ella no lo había leído pero daba igual. El mismo día que nos reunimos para el comentario del segundo libro ella nos dejaba.

Hoy Barañain es Ayuntamiento con su propia identidad y en ese recorrido Txana ha tenido mucho que ver.

Milesker Txana

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