Javier de Miguel Sáenz
Profesor de historia jubilado. Indignado desde hace más de cuarenta años.
Avda del Ejercito/Catalina de Foix
El Alcalde de Pamplona ha decidido cambiar el nombre a la Avenida del Ejército por Catalina de Foix. Bien, ya era hora.
Sin embargo, creo que había otras opciones, se ha elegido el nombre, supongo, porque Catalina fue la última reina de Navarra. No es un mèrito, es una circunstancia. Catalina, reina que no visitó el reino hasta once años después de ser nombrada. Catalina fue un elemento más de una de las épocas más duras de la historia navarra, donde los navarros fueron carne de cañón en la guerra civil, feudal, que asoló nuestra tierra. Catalina ya adulta, defendió fundamentalmente sus intereses de señora feudal del Bearn, Foix, Bigorre y otros señoríos. Su señorío de esos territorios le hacía ser vasalla del rey de Francia, lo que condicionó sus decisiones hasta el punto de decidir el matrimonio de su primogénito con una hija del rey de Francia. Supongo que no será un mérito que en 1498, bajo su reinado, se decretase la expulsión del reino de los judíos que no se convirtiesen a la “verdadera” fe.
Se ha perdido una oportunidad de otorgar el nombre de una calle tan importante a personas o grupos de los que una amplia parte de la ciudadanía pueda sentirse orgullosa y que generen amplios consensos.
Ofrecemos algunos ejemplos.
Soledad Villafranca Los Arcos, nacida en Aoiz en 1880, escritora y luchadora junto con Ferrer Guardia en la Escuela Moderna.
Los mineros de Potasas, junto a los que luchamos por nuestras libertades en los primeros setenta.
Pedro Miguel Etxenique, nacido en Isaba, físico de nivel mundial. Podríamos honrar a muchas personas en vida.
Las hermanas Uriz, navarras de Badostain y Tafalla, ejemplo de compromiso desde su trabajo de maestras contribuyendo, con reconocimiento fuera de nuestras fronteras, a la renovación pedagógica y en la defensa de la infancia. Comunistas que lucharon en la resistencia contra el nazismo
María Josefa Molero, nacida también en Isaba, química, que abrió camino a la mujer, trabajó en Oxford. Su trayectoria contribuyó a romper estereotipos sobre la presencia de la mujer en la ciencia.
Qué hermoso y aleccionador sería el nombre de Avenida del 29 de marzo, conmemorando la fecha en que, en 1820, el Ayuntamiento de Pamplona proclamó la Constitución de 1812.
En fin, que hay multitud de ejemplos que representan lo mejor de nuestra historia.
Reyes, reinas, clérigos y militares nos huelen, señor alcalde, a naftalina y opresión. Su papel, salvo escasos ejemplos, está en los libros de historia y como muestra de lo que nunca más debemos soportar, no en nuestros espacios públicos.