Javier de Miguel Sáenz
Profesor de historia jubilado. Indignado desde hace más de cuarenta años.
Cambio, recambio y una paradoja
Hace ya un tiempo que en Navarra, la palabra que parece imprescindible, y la políticamente más correcta, es CAMBIO. Necesitamos el cambio, el cambio será posible si se llega a veintiséis...La palabra cambio une voluntades, refuerza amistades, bien.
Menos se habla de qué cambio necesitamos, en qué políticas, en qué acuerdos debe basarse ese cambio. Cuestión importante si vemos que las fuerzas llamadas a dirigir ese cambio son un conjunto heterogéneo de fuerzas de izquierda, de derecha y otras que ni fu ni fa.
Por supuesto que necesitamos un cambio, necesitamos quitarnos de encima la losa de UPN/PSN de estos años, por supuesto que hay que levantar alfombras, pero con ser eso importante, la ciudadanía afectada por la crisis, los trabajadores en paro o precarios, los que trabajan perdiendo derechos cada día, las mujeres agredidas por este gobierno, necesitan, necesitamos mucho más.
Y es que necesitamos un cambio real que no genere frustración. Un cambio que, en opinión del abajo firmante, sólo lo puede conseguir un gobierno con importante peso de la izquierda y apoyado en una ciudadanía consciente, organizada y movilizada.
Y es aquí donde veo la paradoja. Mientras hablamos del cambio hemos visto como baja sensiblemente la movilización social, cómo los sindicatos vuelven a desfilar desunidos y todos con muy limitada participación.
Mientras hablamos del cambio, esta sociedad asiste, con excepciones, de forma pasiva al cambio real que nos van imponiendo todos los días, vemos con pasividad cómo desfilan FAURECIA, KOXKA, TRENASA, LINSER LOG,y tantos otros...
¿Alguien piensa que un presunto gobierno alternativo va a sostenerse sin una movilización social intensa y continuada?. Más difícil si ese gobierno toma medidas que afecten de forma real en política fiscal, en educación.. al núcleo duro de los intereses de la oligarquía económico/política que nos viene dirigiendo hace demasiados años. Horregatik mobilizazioak ez du hauteskundeetan amaitu behar, errealitate soziala aldatzeko ezinbestekoa da.
Cambio sí, pero real, no apoyado sólo en la lógica electoral. Cambio desde la izquierda, por eso hay que votar, si, pero no sólo. Por cierto, yo por si acaso votaré el 24 a la IZQUIERDA (que en euskera se dice EZKERRA).
Aldaketa edo ezkerrekoa izanen da edo ez da benetako aldaketa izanen.