Javier de Miguel Sáenz
Profesor de historia jubilado. Indignado desde hace más de cuarenta años.
Con las primeras hojas de los chopos...
....Y LAS ÚLTIMAS FLORES DE LOS ALMENDROS, LA PRIMAVERA TRAÍA A NUESTRA REPÚBLICA DE LA MANO", decía Antonio Machado en 1931, y efectivamente, en un abril de hace 85 años comenzaba una de las experiencias más importantes de nuestra escasa historia en libertad...
Ilusión y esperanza de amplias capas de nuestro país, de los olvidados, los sojuzgados, los campesinos sin tierra sometidos a una explotación feudal, los niños yunteros de Miguel Hernández, los obreros, profesores, abogados, las mujeres que querían quitarse de encima el pesado yugo de una sociedad explotadora y patriarcal, una sociedad legitimada por una Iglesia Católica que se apoyaba en la alianza del Trono y el Altar.....
No todas las ilusiones fueron respondidas, no fue fácil ni larga la vida de una República nacida en un contexto de crisis capitalista ( una más...) y de ascenso del fascismo y segada por una guadaña bañada de fascismo, carlismo, oligarquía y con olor a incienso, una República que fue sucedida por una "larga noche de piedra".
Una República cuya Constitución puede servir de referente en un momento de crisis social, económica y política, donde reivindicamos dirigirnos y acumular fuerzas para abrir más pronto que tarde un Proceso Constituyente.
Una Constitución, la de 1931, que aun con dificultades, abrió el voto a toda la ciudadanía sin distinción de sexo, adelantándose a Bélgica, Francia..., que reconocía a toda la ciudadanía el recurso al Tribunal de Garantías ( ahora Tribunal Constitucional) para exigir los derechos en ella reconocidos. Que reconocía el divorcio.
Una Constitución que expresamente renunciaba a la guerra como instrumento de política internacional.
Una Constitución que por primera vez abordó la compejidad de España y por ejemplo tras la aprobación del Estatuto de Autonomía de Cataluña oyó a Lluís Companys de Esquerra Republicana gritar ¡viva España! y a Manuel Azaña responderle ¡viva Cataluña!.
Una Constitución que garantizaba el derecho a una educación pública, científica y laica, que prohibía a los grupos religiosos dedicarse a la enseñanza.
Por ello, muchos ciudadanos y ciudadanas creemos firmemente que República no es una palabra que nos remita sólo al pasado, sino que se está convirtiendo en una palabra cargada de futuro.
Es ya un proyecto político que aspira a incluir a toda la ciudadanía y a los pueblos de España, que no puede convertirse en una cárcel de pueblos sino en un estado plural y plenamente democrático, en una unión, nosotros proponemos la federal, libre y democráticamente aceptada.
Y la monarquía, clave de bóveda del entramado constitucional. Que con su misma existencia atenta a nuestra dignidad, que mientras exista no nos permitirá sentirnos plenamente ciudadanos y ciudadanas.
Si PP/PSOE protejen con tanto interés a la monarquía, será porque no es un elemento secundario en nuestro escenario político.
Un proyecto político que no es un fin en sí mismo, sino que quiere convertirse en un instrumento para que la mayoría de la ciudadanía combatamos en mejores condiciones en un contexto en que la oligarquía, la clase dominante, está tratando, y parece que puede conseguirlo, salir de la crisis en mejores condiciones que las que tenía antes de ella. Un capitalismo que está consiguiendo reducir la autonomía de la política.
Es por ello, que hoy, recordando los aciertos y errores y apoyándonos en las mejores experiencias de la clase trabajadora, reivindicamos la política, la organización y la movilización.
Acabemos con la monarquía y consigamos que con su caída se resquebraje el edificio completo.
¡VIVA LA TERCERA REPÚBLICA!
GORA HIRUGARREN ERREPUBLIKA!