Pablo Idoate
“Hablaremos de ese vicio saludable que no entiende de sexo ni edad. Ése que traspasa fronteras más allá de cultura y religión. Crea amistades, levanta pasiones y, además, es gratis. Consumiremos deporte. Dosis sin límites.”
Correr no hace milagros
Cuando llegan estas fechas post-navideñas en las que los excesos y el “buen-comer” se hacen presentes en nuestros cuerpos, las revistas y webs relacionadas con el deporte y la salud suelen llenar sus páginas de artículos relacionados con la pérdida de peso dando comienzo a la conocida como “operación bikini”.
Ojeando uno de estos medios vi un artículo que hablaba sobre la efectividad del entrenamiento aeróbico para perder peso. El texto se centraba concretamente en la carrera o running pero podría ser perfectamente extrapolable al resto de ejercicios aeróbicos que se hacen con esta finalidad ya sea bicicleta, natación, patinaje, etc., exceptuando los consejos propios de la iniciación a la carrera que no comparten el resto de actividades que carecen de impacto.
Pero, ¿es realmente efectivo el ejercicio aeróbico para la pérdida de peso cuando se realiza sin la dieta adecuada? Parece ser que, a diferencia de lo que se decía en este artículo, la ciencia es clara en este tema y la respuesta es NO.
Otro medio daba una opinión mucho más constatada científicamente. En una revisión de la literatura existente sobre este tema publicada “The American Journal of Medicine” titulada “Isolated Aerobic Exercise and Weight Loss: A Systematic Review and Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials” analizó 14 estudios realizados sobre este tema y un total de más de 1400 personas y llegó a la conclusión de que el ejercicio aeróbico de manera aislada, es decir, sin que el individuo paralelamente lleve a cabo la dieta adecuada para este propósito, no era efectivo para la pérdida de peso. Así mismo, indicaba que la mejora de tensión arterial y niveles de lípidos en sangre era modesta y que podía ser una técnica efectiva si se compaginaba con la dieta adecuada, pero no de manera aislada.
Referirnos a este tema es especialmente importante por las fechas en las que nos encontramos pero también debido al auge que está teniendo últimamente el running entre individuos que no disponen de la experiencia suficiente para poder empezar a correr. Correr es algo que puede resultar saludable y efectivo siempre y cuando estemos capacitados para absorber y tolerar el estrés muscular y articular que genera, requisito que pocos de los que se dejan llevar por esta tendencia, sobre todo aquellos que tienen sobrepeso, parecen cumplir. Hace poco escuché una frase que me hizo reflexionar y con la que quiero terminar: “No puedes correr para ponerte en forma, debes estar en forma para poder correr”.