Eduardo Arocena
Estudiante y trabajador precarios. Indignado de sofá que decidió comprometerse y aportar su grano de arena. Espectador cada vez menos impasible de la vida.
Cultura del esfuerzo
Este artículo es más un comentario de texto que un artículo de opinión. Voy a sustentarlo en otro publicado en junio en eldiario.es titulado “Los países con más desigualdades tienen menos movilidad social, según la OCDE”.
“Los ingresos del 10 % más rico equivalen actualmente a 9,5 veces los del 10 % más pobre. Hace 25 años, eran 7 veces” con lo que se concluye obviamente que las desigualdades han aumentado durante estos últimos 25 años de ideología neoliberal, alejando al 10% más privilegiado, que se ha mantenido indemne o acumulando riqueza, de la realidad que vive el otro 90% que ha visto cómo su calidad de vida ha empeorado notablemente.
“Todos y cada uno de los análisis sobre movilidad social muestran que los ingresos de cualquier persona siguen estando determinados por, al menos, los de sus tatarabuelos”, es decir, los descendientes de una familia de bajos ingresos tardarían 4 generaciones en alcanzar el ingreso promedio, pero tú sigue creyendo en ese absurdo mantra de que si te esfuerzas vivirás mejor que tus padres, como si ellos no se hubieran esforzado.
“Si los padres no tienen más que estudios secundarios, la posibilidad de que los hijos vayan a la universidad es de sólo un 15 %, frente a un 60 % para aquellos con al menos un padre con título superior”. La educación pública es la principal herramienta para luchar contra la desigualdad y garantizar una aproximación a la igualdad de oportunidades efectiva, propiciando así la posibilidad de ascenso social.
“Los países que más han invertido en educación han conseguido más movilidad social y lo mismo ocurre con la sanidad”. Si no se invierte adecuadamente en educación y sanidad públicas es porque el partido gobernante de turno no quiere disminuir la desigualdad. Punto.
“Un hombre que a los 25 años ha hecho estudios superiores vive de media ocho años más que otro con menos títulos escolares. La diferencia es de 4,6 años para las mujeres”. El mismo patrón se repite entre los barrios ricos y los pobres dentro de la misma ciudad y entre ciudades de diferente renta promedio. Cuanto más nivel educativo, más ingresos y más esperanza de vida. Así pues, la sanidad pública es el otro pilar corrector de desigualdades.
Por todos estos motivos los recortes aplicados durante la crisis/estafa tanto con la devaluación salarial de la clase media (clase obrera en realidad) como en los servicios públicos han desmontado también la poca cohesión social que había, han reducido el bienestar y el nivel de satisfacción con su vida de la mayoría de la población.
“En nuestro país hay un fuerte componente estructural de la desigualdad de forma independiente respecto al ciclo económico, caracterizado en gran medida por la debilidad de la economía española para crear empleo estable y suficientemente remunerado, la muy alta concentración de rentas de capital o la limitada capacidad del sistema de impuestos y prestaciones” - infolibre.es
Los hijos van a vivir peor que sus padres. No existe en España poder sindical suficientemente beligerante como para reivindicar unas condiciones de vida decentes. El Ibex 35 genera solamente el 20% del empleo, y el 18% de su capital está en manos de Black Rock, un fondo de inversiones con múltiples tentáculos cuyo principal objetivo es la maximización de beneficios a toda costa. Sin embargo la CEOE tiene más poder de negociación que las pymes y autónomos que son los que generan el mayor porcentaje del empleo. Pero nada, tú, obrero, sigue votando a PSOE, PP, Ciudadanos o Vox.
Así nos va.