DIVIDE Y VENCERAS III

10 años ha durado el sueño. No quiero ser pesimista pero los hechos no vaticinan, según mi punto de vista, un pronóstico mejor. Dicen que un pesimista es un optimista bien informado. Tras diez años soportando ataques furibundos constantes de la derecha política, mediática, económica y judicial; combinado con los debates y trifulcas internos clásicos de la izquierda, parece que la ventana que se abrió con el 11M se puede dar por concluida. Pero no son pocos los avances que se han conseguido y todos los simpatizantes de Podemos nos debemos sentir orgullosos. Hemos contribuido a mejorar un poco la vida de la gente. Cual David, vencimos a Goliat en no pocas ocasiones.

Aun así, la ola reaccionaria, tsunami reaccionario en realidad, amenaza con llevarse todo lo conseguido por delante. Podemos nació para aglutinar las fuerzas progresistas situadas a la izquierda del PSOE y a aquellos simpatizantes socialistas descontentos con su gestión, y hubo un tiempo en el que lo logró. Pero estoy harto de oír que la izquierda tiene que hacer autocrítica. Lo que tiene que hacer es legislar sin tapujos y sin miedos cuando se tiene la fuerza parlamentaria suficiente para ello. Y aparcar las mínimas diferencias programáticas, tácticas o estratégicas para acordar coaliciones que permitan lograr suficiente poder en las instituciones para presionar en la dirección progresista. 

Al final, las peleas de egos y las diferencias de táctica amplificadas por los medios de comunicación dividieron y, merced en gran parte a la ley electoral, junto a un cúmulo de circunstancias, la ilusión se fue apagando. Si llegas al gobierno para hacer lo mismo que la derecha, la gente votará a la derecha, pues no encontrará la diferencia y además desilusionarás a tus simpatizantes. ¿Cómo se explica si no la elevada abstención en cada convocatoria electoral, pese a la amenaza de la ultraderecha?

¿Nos vencieron? Si no lo han hecho, están muy cerca de hacerlo. Que cada palo aguante su vela. Espero que lleguen otros instrumentos que nos permitan seducir de nuevo a amplios sectores de la población y ganar el sentido común. Urge hacerlo.