Marta Nicolay
El desgaste de la plataforma "casera"
Soy consumidora de Youtube desde hará unos cuatro años y medio ya. Para mí es uno de mis pasatiempos preferidos en lo que se refiere al ámbito tecnológico y de las plataformas de entretenimiento. En él puedes encontrar todo tipo de vídeos, desde vídeos de belleza, pasando por gameplays, hasta sketches con la misma calidad que programas que veíamos en la misma televisión hace una década por lo menos.
Y es que sí, sigo enganchada a esta red, pero seguramente no por mucho tiempo. Conforme pasan los meses, mi interés va menguando más y más progresivamente, ya no veo ni la mitad de los vídeos de las personas a las que estoy suscrita. Muchas de las cuentas que comentan en los vídeos de esta plataforma defienden a la gente que los hace y que actualmente son los protagonistas y unas nuevas estrellas de la pequeña pantalla 2.0.
En sí me parece totalmente justificable, es más, les doy la razón. Es que ellos no son los verdaderos culpables, son las personas que poco a poco han hecho que este medio se difunda, que está muy bien, por qué no, pero que a su vez se haya acabado convirtiendo en el hermano gemelo de la televisión, y ya no solo con publicidad directa de las marcas al inicio de los videos. También están comprados los usuarios de estos canales, siendo modelos a seguir de una gran masa de la población adolescente, con productos y/o dinero, con tal de exponerlos directa o subliminalmente dentro de sus vídeos.
Me parece muy bien esta evolución en las redes sociales, pero sólo con una visión emprendedora y publicista, porque desde el punto de vista de una persona espectadora, considero que cuanto más elaborado es el contenido y la calidad de los vídeos, más artificial es la plataforma y creo, que tarde o temprano explotará y se disolverá a causa del descontento de las personas que antes, tenían este medio a modo de vía de escape de plataformas formalizadas y cotizadas, que les hacía perder el tiempo. Solo digo eso, que veremos cuánto dura, hagan sus apuestas.