Marta Nicolay
El valor de los valores
Muchos dicen que Hitler basó el nazismo partiendo de su filosofía. Yo, sinceramente, paso de opinar sobre este tema porque sólo estoy medianamente informada, lo único que quiero es partir de la base del pensamiento de Nietzsche para hablar de un tema que me parece de gran importancia.
Nuestro desarrollo económico, político, social… sería envidiado ahora mismo por personas que hayan vivido una precaria vida, por ejemplo, en el siglo XV. Tenemos todos los productos de primera necesidad y los sucesivos a nuestra disposición, siempre hablando de un ciudadano de poder adquisitivo medio, que sea habitante de un país del primer mundo, claro está. Aún con todo lo que se nos ofrece, no tenemos valores. Nuestra sociedad actual se caracteriza por la ausencia de estos. Vivimos para morir y, por el camino, vamos perdiendo la dignidad por la falta de respeto, de justicia o de honestidad, y no solo esto, también vamos aumentando la cantidad de antivalores, trayendo a nuestra convivencia violencia de todo tipo, acoso psicológico, sexual.
Nuestra sociedad capitalista, cría día a día mentes ambiciosas, consumistas, que el único objetivo que tienen es estudiar para trabajar, trabajar para consumir y consumir para presumir. Con esto no estoy diciendo que no haya que ser ambicioso en la vida, pero en su justa medida. Se trata de una división en dos extremos, por un lado están las personas codiciosas, que se intentan poner encima de los demás sólo para obtener ganancias materiales, sin ningún tipo de valor moral. Por otro lado, están las personas carentes de ambiciones, que tienden al fracaso. Estos dos grupos de perfiles psicológicos son los que realmente causan esta pérdida de valores en nuestra sociedad actual. Existe un término medio, personas que se plantean metas y luchan por conseguirlas, ahí sí que se trata de una ambición sana y positiva.
Siento ser tan recurrente, pero siempre voy a tener la idea marcada a fuego en mi cabeza de que la educación es la base de todo. Tengo la manía de analizar a la persona que tengo al lado y he sido educada en distintos sitios, conociendo así a personas con distintas vidas y distintos valores inculcados, que me hacen apreciar cada vez más, cuáles son los valores que deberían ser inculcados en la educación actual, tanto en casa como en el colegio o lugares similares. Y es que, desgraciadamente, pocas veces llego a encontrarme a mujeres y hombres que sus actos del día a día no tienen fines individualistas.
Finalmente, me gustaría citar unos versos de una chica que descubrí hace muy poco.
“En la tierra
Fertilizada con mierda
Nace la flor
De belleza salvaje.
Ignorantes todos
Que la quieren arrancar
Y adueñarse
De su libertad.
Para tocar el cielo
Sin pagar el precio
De las raíces enterradas
En profunda oscuridad.” Linnéa Johansson.