Enfado

Ya dije en mi anterior columna que mi cabeza anda un poco dispersa, que las ideas van y vienen y no soy capaz de centrarme en ninguna. Me salen cosas para escribir, pero una vez escritas me parecen ñoñas o repetidas de alguna manera. El asunto es que me apetece seguir escribiendo porque me supone un esfuerzo creativo y me obliga a dar una vuelta a las cosas.

Hoy voy, como dice el título, de mis enfados. Estoy enfadada con casi todo y aquí tengo que hacer un listado que no es por orden de preferencia.

Me enfadan los políticos que son incapaces de llegar a acuerdos y nos obligan a volver a votar sabiendo que pierden ellos, perdemos nosotros, se pierde dinero y se pierde la poca confianza que tenemos en todos ellos.

Me enfada la nula previsión medioambiental que se ha hecho a lo largo de los años y ahora todo son cumbres, medidas que van a servir de muy poco, consejos y de más milongas para intentar frenar lo que a mi modo de ver es irrefrenable.

Me enfada la violencia desatada en Cataluña por no haber hablado en su momento cuando se podía hablar y se podía haber llegado a algún tipo de acuerdo. Hoy con la clase política con la que estamos siendo castigados se me hace misión imposible entre otras cosas porque no veo a nadie con el carisma, la sensatez y las ganas de arreglar nada.

Me enfada sobremanera la ascensión de la ultraderecha, que por otra parte siempre ha estado ahí, al acecho, pero que ahora salen de su cubil y se proclaman vencedores en estas últimas elecciones con su asqueroso discurso. Espero que se hagan las cosas un poco mejor y vayan reduciendo su campo de votos.

Me enfada el poco civismo que hay en general en la sociedad. Se criticó mucho aquella asignatura que se ¿implantó? en Educación que se llamaba Educación para la ciudadanía. La verdad es que no me acuerdo, pero seguro que si la implantó un gobierno, el siguiente la tiraría.Espero de corazón que el programa Scolae remedie algo o mucho este aspecto de nuestra sociedad.

Me sigue enfadando mucho la alusión a bajar impuestos de muchos políticos. Sin impuestos no hay mejoras ni en educación ni en sanidad ni en servicios sociales ni en investigación ni en nada que nos afecte. Si el que tiene mucho dinero tiene que pagar más pues que pague, que además tampoco es tanto más.

Me enfada la política de las lenguas en nuestra Comunidad. Que el Euskera siga tratándose como arma arrojadiza y se contemple como una terrible invasión a la que nos van a someter “los vascos”. Lo cierto es que, guste o no a nuestra casposa derecha, cada vez se oye más hablar en euskera en Iruña.

Me enfada mucho que circular en bici por la ciudad sea tan difícil.

Esto no es más que una muestra del poco civismo que tenemos. Una ciudad que se precie de moderna y de ecológica debería estar dotada de carriles bici por toda ella. ¿Gasto? claro, para eso entre otras cosas no debemos pagar menos impuestos. Y educación cívica.

Todo esto y muchas más cosas me enfadan, pero no puedo extenderme más porque no quiero aburriros con mi “catilinaria” personal.