Javier de Miguel Sáenz
Profesor de historia jubilado. Indignado desde hace más de cuarenta años.
Hemos hecho un pan como unas tortas
Las gentes de izquierdas solemos decir que venimos de muy atrás y miramos muy lejos, y aunque ello sea cierto, demasiadas veces utilizamos la frase como excusa para no analizar nuestras derrotas. ( Adelanto que me encuentro entre los derrotados ).
Por eso, solemos desconfiar de aquellos momentos "históricos", de aquellas ocasiones únicas. No suelen existir cada cuatro años.
Pero es que en esta ocasión, uno de los actores que ha tenido un excelente ( aunque insuficiente ) resultado, había convertido la cita electoral en "la más alta ocasión que vieron los siglos"( Cervantes ante Lepanto ), "ahora o nunca" decía en la campaña electoral la candidata de PODEMOS en Navarra. Y si ello era así, el objetivo electoral justificaba el abandonar la retórica y la práctica asamblearia, el utilizar el autoritarismo para la imposición de candidatos. Justificaba el vaciamiento de las instancias movilizadoras, el abandono de la ideología sustituida por frases simples, a veces por simplezas...., el ataque y el desprecio a la historia y a la realidad de las gentes de izquierdas....
Pues parece, por desgracia, que no va a ser ahora, el bipartidismo ha sufrido un severo zarpazo, pero no podemos darlo por derrotado, en estos momento las opciones son PP o PSOE o PPPSOE, y me temo que si hay elecciones de nuevo, las opciones electorales siguen siendo las mismas, PP.
Obtener 42 diputados y algunos más en las coaliciones gallegas, valencianas y catalanas ( ahí están Compromis, Mareas, Ada Colau e IU ) es un excelente resultado pero un rotundo fracaso en la estrategia del ahora o nunca. Acaba la hora de la demagogia y comienza la de la política, veremos...
Y en Cataluña, una organización anticapitalista, con la que hemos compartido alguna movilización, se olvida de su exigencia de un 55% para iniciar el camino a la independencia y puesta de rodillas otorga el poder a un representante de la burguesía catalana ( se supone que capitalista ), a un representante que el año 2013 amenazaba con un inquietante "vamos a echar a los invasores" ( ¿a quiénes?, ¿al 52% de la ciudadanía? ) , a un tapado de Artur Mas. Se repite la historia, cuando una fuerza nacionalista que se reclama de la izquierda tiene que decidir, siempre se decanta por un frente nacional.
O sea, que entre todos y todas, hemos hecho un pan como unas tortas.
De la ilusión a la frustración hay un pequeño paso, por ello, las fuerzas de izquierdas, y en PODEMOS y el nacionalismo de izquierdas las hay, tenemos la responsabilidad de iniciar con rapidez un proceso de construcción de un bloque social y político que no siempre será un bloque electoral, que desde la pluralidad se comprometa en un programa realmente transformador, sin falsos atajos.
Salud y República.