Inma Sayas
IL EST TROP TARD?
Como decía Sabina en su canción “Ahora es demasiado tarde, princesa” Pues eso, es demasiado tarde para todo.
Hemos hecho o estamos haciendo un mundo inhabitable. Nos hemos plegado a la comodidad y la comodidad nos va matando. El coche es más cómodo que el autobús o que el tren o que la bici y hemos optado por el coche. El plástico lo envuelve todo y elegimos el plástico porque es más cómodo. Viajar como si no hubiera un mañana es un sueño y viajamos como locos. Queremos tener la casa bien caliente y aunque tengamos que abrir las ventanas la tenemos bien caliente.
Todas las acciones, grandes o pequeñas, que realizamos tienen en mayor o menor grado repercusiones en la ecología, pero no lo pensamos. Creemos que el coche eléctrico nos va a solucionar el problema de las emisiones de CO2, pero no pensamos en lo que va a suponer crear baterías ¿o acaso creemos que eso no va a tener un coste medioambiental? Nos hemos acostumbrado a vivir tan confortablemente en nuestro primer mundo que no queremos pensar que no es para siempre. Que tenemos que pagar peajes si queremos sobrevivir o que sobrevivan todas esas criaturas que no saben la que se les viene encima.
Sinceramente añoro los dos meses que estuvimos confinados. Sin coches, sin ruidos, sin aviones, consumiendo lo imprescindible. Ya sé que eso no puede durar, que la vida sigue, que la economía sale malparada, lo sé y sé que teníamos que volver a lo de siempre, pero cuando veo riadas de coches que van o vienen del trabajo la mayoría, por no decir todos, con un solo ocupante hago muy mala sangre. A veces me consuela pensar que hay personas trabajando en ideas nuevas, en nuevos modelos de vida, que se preocupan y trabajan por darnos pistas para vivir de manera sana, más ecológica, pero si no les hacemos caso, si seguimos haciendo lo de siempre, será demasiado tarde para todo. Que si se acercan muy malos tiempos, que si van a faltar materiales…pues mira igual nos lo merecemos por imbéciles. Creo que no nos vendría mal una dieta de costumbres: hoy no cojo el coche, hoy no compro lo que no necesito, hoy bajo los grados de la calefacción, hoy reciclo bien…pero no HOY como día único, sino HOY como hábito. Tal vez nuestros pequeños estén aprendiendo en los colegios todas estas cosas. Ojalá y que sean ellos los que nos salven.