Javier de Miguel Sáenz

Profesor de historia jubilado. Indignado desde hace más de cuarenta años.

2016-06-02

VENEZUELA, otra mirada

El otro día, y parece que como comienzo de la campaña electoral, Albert Rivera derramó unas ¿sentidas? lágrimas, no ante la puerta de una familia desahuciada o la cola del INEM, sino en Caracas.

Rápidamente, Mariano Rajoy, Vicepresidente de un Gobierno que se pilló los dedos apoyando en Venezuela en 2002 un golpe de estado contra Chavez que triunfó unas horas, preocupadísimo, ahora, por la democracia en ese país, convoca nada más y nada menos que al Consejo de Seguridad Nacional, para hablar de Venezuela.

Todo ello jaleado por los medios de comunicación, casi sin excepción.

Echemos una mirada a Venezuela. Uno no sentía mucha simpatía por la persona de Chavez y menos por Maduro, pero ello no nos debe hacer olvidar algunas cosas; la primera, que si eres una parte de los secularmente olvidados por el estado y de repente te asiste un dentista (aunque sea cubano), a tu abuela le operan de cataratas, comes tres veces al día y tu hijo o hija tiene escuela, quizás la opinión sobre Chavez la matices un pelín.

Porque Chavez, es, entre otras cosas, el hartazgo de un pueblo ante un régimen que entre 1958 y 1998 se repartió el poder y saqueó el estado entre la COPEI demócrata cristiana y la AD "socialista".

Un régimen que en una época de altísimos precios del petróleo, su precio se multiplicó por 2,7 entre 1978 y 1981, sufrió el 18 de febrero de 1983 un"viernes negro" con una fuerte devaluación del Bolívar. Un régimen que vio, en 1993 cómo se destituía a un Presidente por corrupción, ese Carlos Andrés Pérez "amiguito del alma" de Felipe González, que murió en su verdadera patria, EEUU, en 2010.

Un Carlos Andrés Pérez que entre febrero y marzo de 1989 reprimió las protestas populares en Caracas con más de trescientos muertos.

Un régimen que entre 1979 y 1984 vio cómo huían del país nada menos que tres ministros de defensa por corrupción.

Un régimen que en cuarenta años no fue capaz de modificar el aparato productivo y alejarlo de la dependencia del monocultivo del petróleo.

Es evidente que el gobierno venezolano parece estar perdiendo la guerra declarada por su oligarquía, es evidente que ha faltado una decidida política de izquierdas y que han cometido graves errores.

Y ahora la oposición agrupada en la MUD acaba de ganar unas elecciones parlamentarias (¡en una dictadura!), una oposición en la que con 26 escaños la AD de Carlos Andrés Pérez es la segunda fuerza.

Una oposición que está organizando un referendum revocatorio, ( ¡en una dictadura!), referendum que se incluyó en la Constitución Bolivariana y que ya se llevó a efecto en 2004 y que ganó Chavez con un 58%.

Por lo tanto, a criticar los errores del gobierno venezolano, sí, pero ¡cuidado con la alternativa!.

Lo más fácil, lo más cómodo, es callar apabullados por los medios. Ahora es cuando hay que defender al pueblo venezolano que está sufriendo, sí, los errores de su gobierno, pero que está siendo un juguete en manos de la oligarquía en el juego más amplio de escarmentar a los pueblos que se levantan contra el capitalismo y su expresión política, el neoliberalismo.

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