Y aquí estoy

Y aquí estoy escribiendo este artículo a falta de 20 minutos para entregarlo. Es el primero que escribo y aun así hago como siempre: todo a última hora y mal. “Menudo desgraciado” pensareis, y no os faltará razón. Pero no quiero poner excusas, ya que creo que no las necesito. Hoy en día rara es la persona que no llega a todo en su día a día. Andamos como pollos sin cabeza de un lado para otro sin dar a basto en todas nuestras autoimpuestas obligaciones, y claro, esto acaba derivando en una sociedad psicótica, estresada y productora de miles y miles de enfermedades mentales. Además este estilo de vida nos ha encadenado a él, ya que cuando tenemos muchas tareas nos estresamos… ¡pero cuando no tenemos ninguna también! Ha llegado un punto en el que no sabemos estar sin hacer nada, y el hecho de estar perdiendo el tiempo también nos estresa. Y esto queridos amigos es mayor triunfo del sistema, ya que como dijo Ignatius, cuando te aburres piensas. Y pensar es muy peligroso para aquellos que quieren tener todo bajo su control, al igual que también es peligroso redactar un artículo a falta de 20 minutos para entregarlo.