Eduardo Arocena

Estudiante y trabajador precarios. Indignado de sofá que decidió comprometerse y aportar su grano de arena. Espectador cada vez menos impasible de la vida.

2015-11-02

Solidaridad VS Caridad

Ante el éxodo de personas que migran huyendo de la muerte la Unión Europea nos ha enseñado la patita por el resquicio de la puerta cual lobo feroz. Esta unión no es la que refleja el artículo 2 del Tratado constitutivo de la misma. Se ha pervertido de tal manera que resulta irreconocible. Una unión en la que el dinero tiene más libertad que las personas. Una Europa servicial con los poderosos e inmisericorde, implacable con los de abajo.

No entraré en las causas de este desplazamiento masivo, ni tampoco a valorar las palabras de algún cardenal y miserables varios que alertaron del peligro de la llegada de yihadistas infiltrados entre la multitud. Me quiero centrar sin embargo en que ante este fenómeno surgen dos posiciones: mostrar motu propio apoyo, cobijo y comprensión con los débiles; o aceptar a regañadientes las recomendaciones y dictámenes (ambos no vinculantes) de la Comisión Europea sobre la acogida de refugiados. Lo primero se llama solidaridad, como la exhibida por las corporaciones municipales de Madrid, Barcelona y Valencia, por ejemplo. Lo segundo es una muestra de caridad.

La solidaridad es un fenómeno que se produce a priori, es decir, antes de saber que tienes tus propias necesidades cubiertas y te va a sobrar algo de dinero; mientras que la caridad ocurre a posteriori, a saber, cuando sufres un arrebato fugaz de conciencia y sueltas una limosna con la pretensión de calmarla, a sabiendas de que esa limosna no te va a descuadrar las cuentas a fin de mes. La beneficencia es un acto puntual, la solidaridad es una actitud constante.

La parsimonia que los ministros de interior de esta Europa mostraron para reunirse ante esta crisis contrasta con la celeridad de los de economía y finanzas para adoptar resoluciones contra el gobierno de Alexis “oveja negra” Tsipras. No hay mejor ejemplo de las prioridades y la escala de valores de esta unión. De lo que no se ocupan los estados pasa a ser tarea de las ONGs. Es una transferencia de responsabilidad intolerable. Es un abandono del deber.

Pero como siempre esta plutocracia intenta mitigar (o aparentar que lo intentan) las consecuencias de las medidas llevadas a término por acción u omisión. Las causas, si eso, ya tal. ¿Por qué nunca se habla de las causas? Es como poner parches a un barco que hace aguas porque está mal diseñado desde el principio. Un gobernante digno y responsable lucha contra la pobreza, un gobernante traidor lucha contra los pobres.

Diseño y desarrollo Tantatic