Gutuna - Cartas
Sobre la imposición del euskera
Ni yo ni mi madre, padre, hijas, hijos, nietas, nietos, abuelas, abuelos, bisabuelas, bisabuelos, tatarabuelas y tatarabuelos, ni nadie que conozca ni sus amigas, amigos, hijas, hijos, nietas, nietos, madres, padres, abuelas, abuelos, bisabuelas, bisabuelos, tatarabuelas y tatarabuelos, han sentido jamas la imposición de hablar euskara, nunca han sido obligadas a aprenderla y nunca discriminados por no saberla. Si han sufrido discriminación por el mero hecho de saberla o hablarla y siempre por tratar de recuperarla o aprenderla.
Sin embargo se de millones de mujeres y hombres a lo ancho y largo del mundo, que han sufrido la imposición, han sido obligadas a aprender castellano por la fuerza, con la violencia, de la espada , de la cruz o del anillo y no ignoro que algunas de las gentes que llevaron esas cruces, esas espadas y esos anillos eran navarros, navarras, vascas y vascos, como yo e impusieron una lengua, el castellano, que en muchos casos ni siquiera era la suya materna, al servicio de un imperio que a ellas y a ellos, también les había venido impuesto.
Ni ignoro que en la actualidad y en esta Comunidad Foral de Navarra la única lengua que es obligada, que se impone saber, es el castellano, no el euskara como algunos de ustedes plantean.