Gutuna - Cartas
En defensa del patrimonio publico de Barañain
Una insuficiente información a la ciudadanía de Barañain, relativa al inicio de las
obras de urbanización previas a la construcción de 240 viviendas, fue, y continúa
siendo, motivo de comentarios y preocupaciones. Son entendibles puesto que tal
actuación suponía el corte temporal de un tramo del carril de salida hacia Pamplona
desde nuestra localidad, porque desaparecían 118 plazas de aparcamiento público
mientras durasen las obras y, particularmente, por el hecho de que más de 2.750
metros cuadrados del terreno a urbanizar pertenecían a nuestro municipio, siendo así
que las viviendas estarían ubicadas en Pamplona-Etxabakoitz Norte. La última
constatación citada, junto al runrún de que los aludidos metros estaban siendo
ocupados y expoliados fraudulentamente por la junta de reparcelación, ha activado,
además, una polémica sobre la determinación de la línea límite entre los términos
de Pamplona y Barañain. Cabe añadir que, en algún momento, se oyeron voces
partidarias de paralizar las obras en base a una ocupación ilegal de terreno de uso
público de Barañain. Aunque, teóricamente, hubiera sido posible, es sensato
entender que el coste millonario de enrocarse en un proceso judicial de semejante
envergadura resultaría inasumible.
El Instituto Geográfico Catastral estableció, con fecha de 21 de de febrero de 1964,
los nueve mojones que marcaban el límite entre Pamplona y Barañain. Fueron
ratificados, en 1.988, por el Ingeniero Jefe de Deslindes del Instituto Geográfico
Nacional. Hoy en día, sólo existe el que marca los límites geográficos entre Zizur
Mayor, Pamplona y Barañain. El mojón de inicio -el que queda- está situado en lo
que el acta de reconocimiento de línea de término y mojones comunes de Barañain
y Pamplona denomina Camino de la Pólvora, a treinta y tres metros del edificio nº 20
de la Avenida de Pamplona y a cinco metros con cincuenta centímetros de distancia
del bordillo de la calzada. Somos de la opinión de que, en relación con esta
“desaparición”, todos y cada uno de los distintos Gobiernos Municipales habidos
hasta el día de hoy debieran reconocer su parte alícuota -la que le corresponda- de
desinterés/dejadez.
El 23 de mayo de 2015 se aprobó, en Pamplona, el proyecto de la nueva
urbanización de Etxabakoiz Norte. El plazo para presentar alegaciones terminó el 28
de julio. Barañain no alegó. Conviene recordar que las elecciones municipales se
celebraron el 24 de mayo y que, tanto nuestra Corporación Municipal como la de
Pamplona, se constituyeron el 13 de junio de 2015. Resulta lógico pensar, a la vista
de las fechas citadas, que el arquitecto municipal debiera haber sido quien hubiera
hecho el seguimiento de un proyecto que afectaba a nuestro municipio en lo
referente a las obras de urbanización del mismo. El 8 de octubre de 2018, Alcaldía
dictó una Resolución, en base a un informe técnico favorable del arquitecto,
autorizando la licencia de obras destinadas a la urbanización. En nuestra opinión,
cabe deducir que el arquitecto-asesor o no se enteró desde un principio o, lo que
resulta más significativo, no le dio importancia al hecho de que Pamplona ocupara un
terreno propiedad de Barañain. Viene a cuento recordar que la superficie de
usucapión objeto de esta cuestión, contiene terrenos de uso y dominio público y
terrenos urbanizables y que ambos son constitutivos de derechos de unidades de
aprovechamiento, por mucho que el arquitecto diga públicamente que: “En una
unidad de actuación hay superficies que no tienen derechos”. Suele manifestar,
también, este cargo público, que, al no presentar, en su momento, alegaciones no
cabe reclamar. Pues debería saber, que los terrenos de uso y dominio público no son
expropiables, ni embargables, ni enajenables. Es difícilmente entendible su toma de
postura ante una actuación urbanística que conlleva que, por ejemplo, la cesión de
terreno y los gastos de arreglos y mantenimiento son para Barañain pero el
montante del permiso para construir -más de 3,5 millones de euros- y los ingresos
anuales por impuestos son para Pamplona.
Pensamos que todos los grupos que conforman la Corporación Municipal deben
asumir las características inherentes a esa clase de terrenos. Interiorizar esta
realidad -y ser coherentes con ella- debería llevarles a no ceder en la reclamación de
los derechos que le corresponden sobre una propiedad que le es reconocida. Eso no
impide que -en base a lo contemplado en la Ley de Patrimonio y Uso Público del
Suelo- pueda realizarse una permuta de terreno entre Ayuntamientos, en las mismas
condiciones y dentro de los términos municipales, ni descarta la posibilidad de
acordar un convenio urbanístico de regulación de lindes. Una exigible Junta de
Compensación debería contemplar acuerdos sobre gastos de arreglos,
mantenimiento, seguridad ciudadana, tráfico y servicios públicos necesarios
derivados del aluvión de vecindario nuevo. Por aportar algo más al debate diremos
que, parece lógico, cuando el límite entre dos municipios es una calle o una avenida,
que se tome la mediana como línea definitoria del reparto del mantenimiento y de la
prestación de servicios.
A quienes componen la Corporación actual corresponde dar una salida digna a la
situación, que no pasa, en nuestra opinión, por tomar decisiones salomónicas
referidas a lindes o por compensación de servicios. Los límites son los que son y
están definidos, a falta de una posible actualización técnica oficial, por el Instituto
Geográfico y Catastral. De otra parte, y faltando pocos meses para la celebración de
las próximas elecciones municipales, alguien podría caer en la tentación de utilizar la
cuestión de los lindes como arma arrojadiza contra otras formaciones políticas.
También podría ocurrir que se intentara poner en marcha el ventilador centrando el
debate en acusaciones de todos contra todos, en torno a quién tiene mayor
responsabilidad política en este tema. Grave error en ambos casos. Se trata, en
estos momentos, de unir fuerzas en la defensa de nuestro patrimonio.
No está de más, tampoco, que se contemple desde la Corporación actual y futuras,
la influencia de la próxima puesta en marcha del primer plan parcial del denominado
Parque Residencial Camino de Santiago (TAV/TAP) que, afectando a Zizur, limita 1,5
kilómetros con nuestro término municipal. Supondrá construir, como mínimo, 928
viviendas nuevas.
Finalmente, queremos reafirmarnos en el título que encabeza este escrito. La
defensa de nuestros límites territoriales es de vital importancia para Barañain. No
puede dejarse pasar el tiempo. Es el momento de defender el patrimonio.