Alberto Sancho
Antiguo 'político' que hace política desde la distancia. Un vecino más de ese espacio público que es Barañáin. ¿Debatir? Está en mis raíces, por eso colaboro en este medio. Te invito a que disfrutemos dialogando.
Disparos por doquier
Al igual que en las películas de Tarantino, la sangre ha empezado a correr a borbotones. Hace un tiempo que sonaron disparos y los muertos están al caer. Y, quien haya recibido un tiro y no muera en breve, irá desangrándose lentamente hasta que, finalmente, su suerte sea la misma que la de sus adversarios. Y téngalo claro, todos han sido tocados.
Han pasado casi dos meses desde el 20 de diciembre y aquí cada uno ha disparado a su antojo a ver a qué o a quién daba. Primera víctima, Mariano Rajoy. Un Presidente en funciones con funciones muy cortas y sólo pasado. Será recordado por “el señor del plasma” y, en última instancia, por ser incapaz de ser investido Presidente siendo “líder“ del partido más votado. Carente de diálogo durante cuatro años, ahora, estoico, solicita dialogar para alcanzar acuerdos. Él también disparó.
Alcanzó al señor Sánchez ofreciéndole una coalición a la alemana, a la europea o yo que sé a qué. Aún no está rechazada por su parte. De hecho, no lo estará hasta que veamos hechos, no palabras. Hasta entonces, Pedro, irá perdiendo sangre progresivamente.
Alguno disparó primero pero lo hizo tan mal que se disparó a una pierna. Apuntó tan rápido que tiró hacia sí mismo, con tan buena fortuna para la gente común, tal como él la proclama que, quien no quería ser “casta” o “querer sillones”, ha sido el primero en convertirse a los mismos y desearlos como opción principal. Y eso, “amigo” Pablo, se acaba pagando.
También recibió Albert. Parte de culpa tiene él, desde luego, aunque menos. Lo mataron sus palabras. Lo rematarán sus adversarios. Será una víctima más; cuestión de tiempo, cuestión de política.
Disparos por doquier los que dan estos actores secundarios. No revelación, sino secundarios. Los protagonistas, tú y yo, hace tiempo que estamos casi muertos. Y mientras tanto, seguimos viendo su película, la del guión sangriento, la del “premio” seguro.