Pablo Líquido

Pablo Líquido

2013-12-28

¿Un año sin Justin?

Repuesto a duras penas del traumático shock emocional que me ha supuesto la repentina noticia de la inesperada y prematura retirada de Justin Bieber, trato de hilvanar un puñado de pensamientos positivos para afrontar este 2014 con ilusión, enmarcándolos en un halo de esperanza y fe. Y me cuesta.
Ardor guerrero es, sin embargo, lo que me embarga.
Paseo soñoliento por entre los añicos de cristales y el surtido de confetis que siembran la plaza donde vivo, testigos mudos, y algunos afilados, de las navideñas y largas noches de alegría y, en algunos casos, manifiesta falta de talento que han transcurrido recientemente. 
El reflejo de estos vidrios se entremezcla con los que permanecen todo el año en los intersticios de las baldosas de la acera, vestigios de fiestas pretéritas y de simplones que ya antes demostraron su valía y pericia estampando valientes sus botellas contra el suelo de todos. Sólo cuando sean sus propios hijos o perros los que se corten con esos torpes cristales pondrán el grito en el cielo contra los que lo hagan. Este es el sino de los destalentados.
"Paseo" porque voy a alguna parte no muy concreta, y "soñoliento" porque algún petardo modelo "atentado" ha quebrantado en mitad de la noche mi profundo y bien merecido sueño envolviendo mi pecho en una amalgama de taquicardia y profunda desazón, sensaciones acentuadas por las inquietantes y tontunas risas posteriores a tan magna hazaña. 
Fantástico!
Y Justin que se me retira! 
Señoras y señores, el mundo se acaba!… y justo cuando empezábamos un nuevo año!
 
No obstante me resisto a perder la ilusión y, así todo esté en nuestra contra, tengo infundadas esperanzas depositadas en este año que entra.
Cualquier plan hubiera resultado más accesible si, como yo pensaba, me hubiera tocado "el gordo" de la lotería de navidad. No ha sido el caso.
Hace tiempo que me aseguro de no comprar ningún décimo, por aquello de no hacerme tantas ilusiones y tener luego que afrontar otro 23 de diciembre como otro oscuro comienzo, sin un duro; pero siempre hay alguien que cargado de afecto y buenas intenciones nos regala alguno... Mierda! Otra vez a imaginar qué haría con DINERO!… y otra vez a meter el rabo entre las piernas y a pensar cómo demonios llegar a fin de mes. Y tenemos otros 12 por delante!
 
Por culpa de la escasez de una contraprogramación digna, me he visto algún día de estos, sin pretenderlo, atendiendo casi ávido al telediario. 
Virgen santísima! 
Mi pregunta sería algo así: ¿Pero en alguna parte están bien? 
Aparte de Alemania, claro. Y de Alemania, los que mejor están son, sin lugar a dudas, los jubilados repartidos entre campings y urbanizaciones del sur de España. Porque el clima meteorológico y social de Alemania no es lo que se dice idílico. Allí, lo de caña, tapa, risas y sol, hay quien piensa que son leyendas y/o habladurías imposibles… como lo de la retirada de Justin! Impensable. Me turba.
 
Voy a terminar por donde he empezado.
Creo seriamente que Justin Bieber debería reconsiderar su retirada de la música. Por favor!
No me lo imagino en un andamio, ni de fontanero (aunque se le vea el calzoncillo),  ni lo veo de dependiente del Corte Inglés, o en un taller cambiando ruedas… Bueno, por lo menos no quisiera que cambiara las mías. Y no es que no me fíe, Justin, es sólo que creo que cada uno debe hacer lo que sabe hacer.
Como Melendi, habla, se desliza por el escenario, canta y posa, todo grácil, las cuatro cosas para las que ha nacido con un Don que nadie más posee.
 
Justin, este 2014 no será lo mismo sin tus pinceladas de talento. Más vale que aquí tenemos a otro dios escénico, locuaz, guapo, brillante y de portentosa voz, Melendi.
 
Todos los años espero con inquietud el mensaje de fin de año del Don Juan Carlos, para saber qué directrices seguir y cómo afrontar los tiempos que se ciernen, y todos los años, sistemáticamente, por una u otra razón, se me pasa sin verlo. Y así voy, sin rumbo.
 
Feliz año a tod@s!
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