Javier de Miguel Sáenz
Profesor de historia jubilado. Indignado desde hace más de cuarenta años.
AGUR, IÑAKI
Hace unos días, Iñaki Nieto, militante de IZQUIERDA UNIDA y del PARTIDO COMUNISTA, que nos representó dos legislaturas en el Ayuntamiento de Barañain, nos dejó para siempre.
Se ha ido un compañero, un militante de izquierdas, pero sobre todo un amigo.
Iñaki pertenece a aquella generación que en los primeros setenta, cuando estábamos viendo que tras muchos esfuerzos y sacrificios iba a acabar aquella "larga noche de piedra", sacrificó mucho más que su tiempo para plantar cara a la injusticia.
Iñaki indignado ante la sociedad que vivía, levantó la cabeza y luchó. Su indignación militando en la ORGANIZACIÓN REVOLUCONARIA DE TRABAJADORES, se convirtió en convicciones, convicciones que ya nunca le abandonaron.
Al compás de las convulsiones de la izquierda cambió de siglas, pero siempre luchó por lo mismo y siempre con firmeza y lealtad.
Iñaki luchaba por conseguir la República y el Socialismo, pero no se quedaba en las grandes palabras, sabía hacerlo desde lo cercano, desde su pueblo.
Pocas personas han dado tanto por BARAÑAIN como Iñaki. Como concejal de IZQUIERDA UNIDA dos legislaturas, como representante sindical de los trabajadores, pero también desde la Sociedad Deportiva Lagunak, y preocupándose del último banco en mal estado desde su trabajo en la brigada de urbanismo del Ayuntamiento.
Pero Iñaki sabía hacerlo desde la sencillez, la cercanía. Sabía discutir, y lo hacía, pero no sabía guardar rencor. Iñaki no era perfecto, pero para quienes compartimos tantas cosas en su vida, era un perfecto amigo y compañero.
Con tu recuerdo compañero, amigo, seguiremos luchando por la República y el Socialismo, a veces derrotados, pero siempre con la cabeza alta.
Tu recuerdo serán las estelas de las que hablaba Machado,
“Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar”.
Seguiremos ese camino, porque como a ti , Iñaki, y como nos decía Marcelino Camacho, “NI NOS DOMARON, NI NOS DOBLARON, NI NOS VAN A DOMESTICAR”.