Mi, tu, su, nuestra, vuestra violencia:

Violencia es un término que etimológicamente está relacionado con  la raíz latina vis, cuyo significado es  fuerza, por lo que la violencia sería el uso de la fuerza.  Empiezo de esta forma el artículo para intentar introducir al lector que tod@s , absolutamente tod@s utilizamos de algún modo esta práctica de fuerza, lo que es lo mismo la violencia. Es parte de nuestro ser como humanos y animales, pero una cosa es que se utilice y otra que el mero hecho de utilizarla nos convierta en violent@s.

Sumergidos en esta sociedad del “esto o esto”, es decir: violentos o demócratas, su paz o su guerra, … Me gustaría recalcar que la modernidad  y posmodernidad sociológica lo que habilita es la sociedad del “esto y esto”, aunque claro que esta teoría puede estar perfectamente  equivocada, por tanto lo que quiero aclarar es que el poderoso crea una serie de reglas que no poseen una base solida defendible, a no ser que sea el empleo de la fuerza, o la violencia, para acometer sus objetivos.

Vamos a poner ejemplos de violencia por parte de un estado, solo con la definición que Max Weber propone como estado:”Estado es aquella asociación de dominación que monopoliza con éxito, el uso coercitivo de la VIOLENCIA legítima dentro de un territorio concreto”. Seamos claros la violencia que mas nausea me provoca es la que toma forma de paz social, dentro de su vomitivo estado de derecho, donde ser violento significa luchar por lo que crees y piensas, no olvidemos la violencia tiene diferentes formas: destructiva, verbal, moral (la iglesia la emplea constantemente contra las mujeres), institucional, de género, capitalista,… Pero este intento por conseguir tergiversar que la violencia es patrimonio de unos pocos y que el estado usa  sus “legitimas herramientas” para destruirlo, es una jodida patraña que por desgracia una parte de la sociedad  se lo cree debido a la fustigante forma de crear climas de opinión por parte de los medios de comunicación fascistas en manos de magnates adictos al capital y a la injusticia por definición de su esencia.

En este juego de palabras no existen buenos y malos, y de forma particular tod@s practicamos violencia, incluso los más demócratas, así que, no seamos hipócritas y quitémonos el velo que nos intentan imponer, la única paz posible es la justicia social, aquella que para los poderosos es violencia, porque la legitimación de este uso (del cual no puede ser usado a la torera) es bastante personal. Así todo lo expuesto no quiero justificar el uso de la violencia, ni mucho menos banalizarla, pero que cada un@ saque sus propias conclusiones.