Eduardo Arocena

Estudiante y trabajador precarios. Indignado de sofá que decidió comprometerse y aportar su grano de arena. Espectador cada vez menos impasible de la vida.

2020-10-23

Pudimos, podemos y podremos

Que coincidencia que precisamente cuando se destapan los trapos sucios de la monarquía va un juez e imputa a Podemos usando como prueba el testimonio basado en rumores de un abogado despedido por acoso sexual, ¿no? Esta causa será archivada como las 14 anteriores contra Podemos o sus miembros. Pero el daño ya está hecho, que es lo que cuenta. Horas y horas de radio y televisión y multitud de páginas de periódicos se van a dedicar a esto, y cuando quede en agua de borrajas ni siquiera será noticiable, como siempre.

Y qué coincidencia que los medios equiparen este asunto con la probada caja B del Partido Popular basada en el cobro de comisiones a grandes empresas a cambio de adjudicaciones de obras públicas. Es exactamente lo mismo, ¿verdad?

Y qué coincidencia que los fachas que acampan a las afueras de la casa hipotecada de Pablo Iglesias e Irene Montero en Galapagar pagada con su sueldo, no digan nada de las casas de más de un millón de euros de Santiago Abascal, quien no ha cotizado en su vida, o de Albert Rivera o Pablo Casado, o de las tropelías del rey emérito.

Y qué coincidencia que sepamos todo sobre Pablo Iglesias e Irene Montero y su familia y no sepamos nada de las familias de los demás. Coincidencias.

Estas son las represalias de los grupos de poder que ven peligrar sus privilegios y cuya codicia no conoce límites. En una situación de pandemia global, ni siquiera mencionar un impuesto a las fortunas enerva a aquellos que se llenan la boca con la palabra libertad, pero no mencionan que se refieren única y exclusivamente a la suya propia. Libertad para expoliar, explotar, saquear y atentar contra la libertad y la salud de los demás. O patrocinar golpes de Estado como dijo orgulloso Elon Musk. Como los cayetanos que se manifestaron en el Barrio de Salamanca, o a favor de las corridas de toros, o contra el uso obligatorio de las mascarillas, despreciando la salud pública y la labor de los sanitarios que se encuentran saturados física y emocionalmente.

En una sociedad cada vez más ultraindividualista y desinformada la defensa de lo común está en peligro de extinción, lo que sumado a la ignorancia voluntaria es insultante. Eso sí, luego saldrán a aplaudir al balcón.

Pero que me bajen los impuestos. Y que no se lo suban a los ricos, que se llevan el dinero a otra parte. Pero que me atienda el médico ya, esa lista de espera es una vergüenza. Es que los médicos viven como reyes. Pero mis hijos tienen que estar en el colegio. Oye, ¡¡pero que han vuelto contagiados de covid!! Pero ¿cómo que no hay profesores? ¿Y mi ERTE cuándo lo voy a cobrar? Los del INEM no valen para nada. Y no me cogen el teléfono. ¿Y por qué sólo hay una persona en la ventanilla? Y Fernando Simón no tiene ni idea. Y no hay quien encuentre mascarillas en las farmacias. ¿Mascarilla obligatoria? Eso es un bozal. Y cuidado con los okupas que me quitan la casa. Y los inmigrantes nos quitan el trabajo. Pero es que los inmigrantes viven de subvenciones… Y así todo.

En un país donde sólo el 9% de los trabajadores son empleados públicos (comparado con el 25% de Suecia), y ha calado el mantra del emprendimiento autónomo, no se puede pedir peras al olmo. En plena pandemia se está demostrando que cuidar de los demás ya no se lleva. Y pensar tampoco.

En España se conjugan todos los factores para que la pandemia sea devastadora tanto en términos de salud como económicos: sanidad y educación públicas diezmadas, gasto social escaso, población envejecida, predominio del empleo en el sector servicios, dependencia del exterior, gran desigualdad de renta, bajos salarios, poca capacidad de presión sindical, obscena manipulación informativa, ceguera ideológica voluntaria, hooliganismo pseudointelectual y una rebeldía mal dirigida.

"Homo homini lupus" - Plauto

No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate que puedes hacer tú por tu país” - John F. Kennedy

Diseño y desarrollo Tantatic