DE GUERRAS E HIPOCRESÍA

Si eres ucraniano y te defiendes de la invasión de Rusia, bien. Si eres palestino y te defiendes de la ocupacion de Israel, mal. Si eres ucraniano y matas a un ruso, eres un patriota. Si eres palestino y matas a un israelí, eres un terrorista. Este es el mensaje contradictorio que difunden los medios de comunicación de masas. ¿Dónde reside la diferencia? ¿En el color de piel? ¿En los intereses puesto en riesgo? 

Dicen que la primera víctima de las guerras es la verdad. Aquí no hay una guerra entre buenos y malos, no es permisible ser tan naíf cuando lo que está en juego es la vida de millones de personas. Al igual que la invasion de Ucrania por parte de Rusia es un movimiento geoestratégico de tintes nacionalistas e imperialistas, la ocupación de Palestina por parte de Israel es un intento de exterminación del pueblo palestino con tintes ultrareligiosos supremacistas. Y no hay como arrebatarle la condición de humano a alguien para luego ser capaz de infringirle cualquier daño imaginable. Y no hay nada como sufrir una represión salvaje desde 1948 cuando se crea de la nada el estado de Israel para luego, fruto de la desesperación y el lavado de cerebro, ser capaz de atentar contra civiles.

Asistimos impasibles a un genocidio a cámara lenta. La usurpación de todo un territorio y toda la dignidad a todo un pueblo. La xenofobia en su máxima expresión. Aquellos que se creen el pueblo elegido por Dios masacrando impune y miserablemente sólo por creerse superiores, porque su fé es la única y verdadera, colonizando a voluntad las tierras palestinas, suyas por mandato divino.

Por otro lado, ¿se puede llamar guerra cuando la asimetría entre las dos partes es tan sumamente notable?¿Para qué sirve la ONU si los países se pasan por el arco del triunfo sus resoluciones?

La resolución 194, aprobada en diciembre de 1948, establece que los refugiados palestinos que fueron expulsados de sus territorios tras la creación del Estado de Israel en mayo de ese año tenían (y aún tienen) el derecho a regresar a sus hogares. No es que ni siquiera se cumpla, es que la colonización y ocupación ha seguido avanzando, con el beneplácito de la comunidad internacional.

Asco.